privación de nacionalidad francesa, asignación a
residencia, expulsión de los imames radicales… etc.
O sea: xenopfobia caracterizada y estatal.
Como en parecidas circunstancias y en parecidas
tomas de decisión, la popularidad del presidente François Holanda se ha
disparado para ganar 7 puntos a 27% desde los atentados de Paris y de su primer ministro Manuel Valss 3 a 39%.
Así las cosas, al día siguiente de los atentados
contra el semanario satírico “Charly-Hebdo” esta misma popularidad estaban por
los suelos, dando un espectacular salto a raíz de aquellos atentados y el
paquete de disposiciones y estrategias de comunicación adoptadas por el
presidente y su prematura.
Como el sondeo de los primeros atentados, el
actual sondeo es inquietante a más de un titulo. De hecho, Francia es el único país
europeo que no se ha dado cuenta hasta ahora de que los autores de los
atentados, tanto los primeros como los últimos, son franceses, nacidos,
crecidos y nacionalizados en Francia y no emigrantes o súbditos venidos de
otros países musulmanes.
Tanto es así que tanto en Francia como en la
vecina Bélgica, muchos magrebies se han visto obligados a regresar a sus respectivos
países al no poder soportar el grado de xenofobia y de desconfianza y de
parquedad de las autoridades huéspedes a su calidad de musulmanes.
Mientras tanto la prensa francófona en los 5 países
del Magreb sigue bailando al son y al compás de toda decisión de los dos “Hexágonos”
a expensas, a menudo de inalienables derechos de algunos estudiantes e incluso
investigadores que se muestran incapaces de soportar el “nuevo” clima, creado
por la actitud de los responsables de los dos países.
Las cosas son y van a ser así y… probablemente
peor. Así que se debe pensar desde ahora, en lo que se debe hacer porque por
decretar la expulsión de todos los musulmanes la popularidad del presidente y
del “premier” franceses rozaría el 100 a 100%
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