Según un comunicado del
ministerio marroquí del Interior, citado hace unos instantes por "Le360", la célula estaba encargada de reclutar a
voluntarios para participar en los crímenes de “Dae’sh” y se disponía
a perpetrar actos terroristas de gran envergadura en Maruecos.
Compuesta de 3 miembros, entre
ellos una mujer, la célula actuaba muy especialmente en Féz, Oulad Tayma y en
Casablanca.
La investigación llevada a
cabo por el Buró central de investigaciones judiciales (BCIJ), dependiente de la DGST ha revelado, según el
comunicado de Interior marroquí, que esta célula terrorista mantenía vínculos
con los dirigentes de “Dae’sh” en Siria y en Irak.
Sus miembros “se preparaban a
cometer atentados terroristas en Marruecos”.
La noticia no debe terminar
donde termina el comunicado de las autoridades marroquíes.
El BCIJ tiene detalles y la certeza
del circuito que emprenden los postulantes al falso “yihad” en Siria, en Irak,
en Libia o en Egipto. Es decir de Marruecos o de otros pacieses rumbo a Turquía,
donde encuentran todas e inimaginables facilidades para incorporarse a “Dae’sh”
o a otros grupos terroristas en Siria o en Irak.
Más grave aun: sabe también a
ciencia exacta, habida cuenta de los interrogatorios de células anteriormente
desmanteladas y detenidas, las fuentes de financiación, el apoyo logístico y la
procedencia de las armas y municiones de ”Daesh” y de otros grupos terroristas
calificados de “oposición moderada” y que, en realidad sirven de transportistas
de las armas y de dinero a “Dae’sh”.
En este orden de ideas, no se
debe permitir a nadie acallar las denuncias de los que voluntaria o
ingenuamente (lo que es la misma cosa porque no se debe permitir a los
ignorantes regatear con los asuntos públicos) han contribuido con sus gritos en
el cielo, sus elogios-trampas y sus entrampadas revelaciones sobre la cooperación
de los servicios de seguridad marroquíes con algunos países amigos y aliados.
Y es que, con un fenómeno global
como el terrorismo (Dae’sh combate a todo el mundo, no combatiendo a Dae’sh más
que unos cuantos…muy pocos), la ignorancia, la ingenuidad o el desconocimiento
del tema y su alcance puede resultar mortales.
Confiamos en los servicios de
seguridad de Marruecos no así en su prensa y en sus oficiales.
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