Derribado un Sujhoy-24 ruso por los turcos: Nuevo episodio en la lucha anti-terrorista

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La noticia es inquietante. A estas alturas todo el mundo lo sabe: dos cazas turcos (F-16) han derribado en la frontera sirio-turca a un Su-24 (Sukhoy-24), resultando muerto uno de sus pilotos. Hasta este instante en que publicamos esta nota las transacciones OTAN/Rusia se prosiguen y se intensifican y las hipótesis no faltan.
Ankara recurrió a la Alianza Atlántica a la que pertenece menos de un minuto después del derribo. Inmediatamente después los cuarteles generales de las potencias occidentales decretaron el alarma, comenzando una carrera contra reloj para encontrar una solución o a falta de lo cual en este estado de cosas, un pretexto.
Que la aviación  turca es, de cierta forma la de “Dae’sh” es un secreto de Polichinela. Ankara y con ella muchos otros de los que pasan el santo día afirmando luchar contra el terrorismo, ponen el grito en el cielo, cada vez que alguien ataca a su “Dae’sh” y otros “Dae’shes”.
A falta de buenas razones o por lo menos atinadas o aun mortalmente prematuras para analizar el curso de los acontecimientos y en lo que puede desembocar el curso de los acontecimientos entre la OTAN y Rusia, resulta, cuando menos, curiosa la actitud de, prácticamente todo el Occidente respecto a este “triste” incidente.  Los comentarios de las diversas cancillerías, incluida la americana, constituyen una invitación, cuando no advertencia a Rusia para que cese de atacar a “Dae’sh” en Siria o en Irak.
Se ha hecho/se hace todo para persuadir a Rusia de "dejar traquilo" a "Dae'sh"
De hecho, antes de seguir: ¿Qué hacia el Sukhoy-24 ruso en cielo sirio en el momento de su derribo? La pregunta se impone porque Erdogan y su coral no cesan de repetir que combaten el terrorismo. Así que si un avión por más “enemigo” que fuera penetra en el espacio aéreo turco (que no es el caso del Sukhoy-24 derribado hoy) durante sus operaciones contra el terrorismo debía enmarcarse en la conjugación de los esfuerzos de todos para acabar con esta lacra, para unos, vaca lechera para otros.
El incidente de hoy en las fronteras sirio-turcas lo explica todo. No. No va a ser fácil acabar con “Dae’sh” ni con sus criminales atentados en todo el mundo. Pero espero, de verás, que una vez terminada la pesadilla terroristas, los países victimas del terrorismo emprendan acciones judiciales contra los patrocinadores de este terrorismo a los que van cayendo las mascaras.




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