En el curso de los últimos
días se ha registrado una serie de falsas alarmas en algunos lugares de gran
afluencia como los mercados o incluso galerías como fue el caso hace dos días
en Mega Mall.
La inconciencia de
estas falsas alarmas debe conducir a doblar y aunar los esfuerzos para
desbaratar eventuales tentativas terroristas en el reino. Y es que en más de
una ocasión, los atentados se ha perpetrado de esta forma: serie de falsas
alarmas que posteriormente los responsables securitarios dejan de tomar en
serio, que cuando es una verdadera alarma no se le concede la importancia
debida.
Después de muchos países
en los diferentes continentes, queda claro que la lucha anti-terrorista ha
dejado de ser dominio privado y exclusivo a las fuerzas de seguridad. La multiplicación
de la vigilancia y la toma de conciencia ciudadana puede contribuir de manera
muy eficaz e incluso casi decisiva en hacer fracasar una tentativa de esta índole.
De donde la necesidad
de orientación y de explicación de lo que debería ser el verdadero papel del
ciudadano para contribuir a su seguridad y a la de sus patriotas, porque hasta
ahora no hay una definición exacta del terrorismo ni del terrorismo. El primero
suele vivir entre nosotros y a menudo es uno de nuestros conocimientos, de
donde el importante papel del ciudadano en la lucha anti-terrorista.
En cuanto a los “cachondos”
que juegan con el fuego con sus falsas alarmas sus delitos deben ser
considerados, en las actuales circunstancias, entre los mas graves atentados a
la seguridad colectiva.
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