El Enviado especial del Secretario general de la ONU prosigue su gira por el
Magreb. Después de una escala en Argel, donde fue recibido por su presidente
Abdelaziz Bouteflika, Christopher Ross fue recibido el miércoles pasado por el
ministro marroquí de Exteriores y Cooperación, Salahedine Mezouar.
Un periplo ordinario… como cualquier otro.
Sobre el Sahara y para el Sahara parece que se ha
dicho todo… o casi todo porque aun queda por decir los 8 000 millones de dólares
que Maruecos va a invertir en el Sahara en 8 años después de haber ido hasta
donde no podía ir más con una real y realista propuesta de autonomía.
Es el momento pues de desarrollo. Atrás deben
quedarse Abdelaziz Boureflika y Mohamed Abdelaziz con sus desmesurados e
irrealistas apetitos y sus enfermedades.
Pero quizás si alguna novedad se debe sacar a
este oxidado expediente esta novedad debería ser el discurso del rey Mohamed VI
sobre las enormes inversiones, un auténtico mapa de ruta para el futuro económico
de estas provincias y la prohibición del canciller marroquí a Mister Ross de
trasladarse a Layun una medida que parece haber estrangulado a los responsables
argelinos y a su teledirigida prensa.
Así las cosas, tiempo a la economía y al
desarrollo. Ya se ha hablado mucho…mas de lo suficiente. No queda nada por
decir. Se ha dicho todo: unos buscan el bienestar y la prosperidad de sus 200 000
sahrauies, obrando por la creación de 120 000 nuevos empleos para
colocarlos al abrigo de toda necesidad, salvo la de esperar que sus hermanos en
los campamentos argelinos de Tinduf se les unieran en Layun, Dajla o Samara y
otros se dedican al robo y la malversación de la ayuda humanitaria
internacional, usando a las poblaciones de los campamentos argelinos de Tinduf
como motivo de mendicidad y de humillación.
Los tiempos cambian. Las amenazas también así
como las prioridades. Se ha tratado todo. Solo queda la posibilidad de mantener
estas provincias del sur y lo que en ellas se va a realizar abiertos par en par
para los hermanos sahrauies y no los sahrauizados de Tinduf.
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