Sin aviso ni anuncio previo el presidente sirio
Bachar El-Assad viajo a Moscú donde se ha reunido con su anfitrión
ruso, Vladimir Poutine, hablando de todo y de nada, más de todo que de nada.
De este modo los dos hombres pasaron revista al
tema de la lucha anti-terrorista “con la imperiosa necesidad de intensificar
esta lucha para acabar con el terrorismo en Siria y en la región” de la “eficaz
contribución de Rusia a esta lucha” y sobre todo… sobre todo de una solución a
este espinoso problema. En este sentido, el mandatario ruso prometió a su
interlocutor sirio “la cooperación de Rusia en tanto, el esfuerzo de la guerra
(lucha anti-terrorista como de la paz (solución política).
De hecho ¿Qué quiere decir Poutin con una solución
política? O lo que podría ser igual: ¿Con quién hablo antes el presidente ruso
para formular esta “pertinente” propuesta de solución política?
Al Assad y todos los árabes lo saben desde hace
mucho tiempo: Con Rusia, hoy, como con la URSS ayer, se debe ir con mucho cuidado. La
moneda de cambio podría producir más de una desagradable sorpresa y Rusia como
Estados Unidos no tienen ni amigos ni enemigos, sino solo y exclusivamente
intereses que defender, que en Siria para unos y otros son enormes y
determinantes para las esferas de influencia en Oriente Medio y en el mundo.
Solución política o solo solución es la vía y es
el desenlace para todos. Bastantes muertos y bastante destrucción, bastante
lagrimas, bastante sudor, bastante dolor y bastante sufrimiento ha causado esta
guerra que nadie ha ganado ni puede ganar.
La solución política pues se va imponiendo como la
única solución y a ella puede contribuir todo el mundo… todo menos los que, sin
mandato de Naciones Unidas ni procuración del pueblo sirio toman la palabra
para indicar que solución, quién debe gobernar en Siria, como, cuando, porqué y donde.
Solución política significa, primero acabar con
el terrorismo porque no se puede imaginar un proceso político o de reconciliación
nacional con decenas de miles de mercenarios venidos de los cuatro puntos
cardinales luego una consulta del pueblo sirio soberano en su decisión y en su opción bajo los auspicios y la égida
de la ONU y con
las garantías de la comunidad internacional.
Esta es la solución. El resto es palabrería y
perdida de tiempo y de…vidas humanas.
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