“Es inaceptable enviar frente a frente a los kamikazes y
sus victimas y de dar la impresión de que esta nueva ola de violencia es espontánea”.Quien
“opina” así es el conocido ultra sionista, conocido agente del Mossad, el
francés Bernard-Henri Lévy para el asombro de propios y extraños uno de los
arquitectos de la nefasta “primavera arabe y uno de los autores materiales de
los crímenes contra la humanidad en Libia.
En Túnez a donde volvió hace poco para sembrar el odio y la discordia y de
ser posible, la guerra y las matanzas como hizo antes en Libia y como está
haciendo desde siempre en los territorios palestinos ocupados por su entidad
sionista, fue expulsado y por poco linchado por los tunecinos.
En Marruecos por poco le mataban y de decidir volver un día, nadie puede
garantizar su seguridad.
Sin vergüenza alguna el “filosofo de la muerte y de la destrucción” al
servicio de Israel afirma que “no se debe escuchar nunca una Intifada de los
cuchillos”.
El mundo árabe ya le conoce aunque le da, más bien poca importancia porque,
entre mil otras cosas ni él ni su Israel y su Mossad podrán seguir engañando al
mundo.
Él y los demás agentes del sionismo y la usurpación se muestran infructuosamente
muy activos desde hace tiempo… tanto que, desgraciadamente han protagonizado
parte de la llamada “Primavera árabe” que resulto luego el peor invierno.
Sus indignas posturas y su alineación con el crimen y el odio hacen de él
uno de los más siniestros enemigos de las causas de la paz y de la concordia. Afortunadamente
los hay, hombres de ideas, de la justicia y de la razón y no como el payaso
sionista Lévy, alzan su voz para denunciar los incalificables crímenes de
Israel.
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