Con ocasión del 40 Aniversario de la Marcha Verde: Sahara Occidental Marroquí: Daños colaterales: El papel de la lengua española

Eran exactamente las 12H03 cuando llegamos, en un coche oficial los entonces directores generales de la Radiotelevisión Marroquí (RTM) y de la Agencia Magreb Árabe de Prensa (MAP) y servidor a la Plaza de la Provincia. En las escaleras del Palacio de Santa Cruz, sede del Ministerio español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, “Curro” para sus amigos, entonces en la Dirección general de África del Norte que dirigía el que, años después fue embajador de España en Rabat Jorge Dezcallar, nos informó del aplazamiento de la rueda de prensa conjunta de los dos ministros de exteriores, los difuntos Francisco Fernández Ordóñez y Abdellatif Filali hasta las 3 de la tarde.

Para mi era un desagradable contratiempo porque tenia previsto asistir a la rueda de prensa y volver al hotel Villareal para descansar, porque la noche anterior dormí muy tarde por haber estado preparando una revista de prensa que no sabia donde iba a parar.
-         Sin embargo, me dijo Moratinos después de llevarme a un lado, si quieres te puedo conseguir ahora mismo el comunicado final.
Mis acompañantes no conocían a “Curro” ni su sólida y leal amistad conmigo.
Volví a ver a mi director general, contándole lo que me acababa de proponer Moratinos.
-         ¿Cómo, comunicado final, lo tienen ya?
-         Si. Esto me dijo, le respondí
-         ¡Pero, a qué esperas! 
Lo dijo, despidiéndose, de repente, de su homólogo de la MAP de manera que rozaba la descortesía, probablemente para un “scoop” en exclusiva e inmediatamente después de quedarnos solos me pide, entre orden y suplica, que consiguiera este comunicado común.
Me dirigí a donde estaba Moratinos para pedirle una copia del comunicado común. Menos de 2 minutos después lo tenía, entregándolo al director general, que lo leía y volvía a leer a pesar de que era la versión francesa del comunicado. 

-         ¿Estás seguro de su autenticidad?
-         No. Pero no veo por qué me va a dar una copia falsa
-         No. Yo quería…
-         Mira, le corté con cortesía si de alguna dudas, déjalo que a las 3 de la tarde nos darán una copia
-         Está bien… está bien, me repetía el hombre casi fuera de si, viendo y volviendo a ver al documento. Un excelente trabajo, pero a medias. ¿Me entiendes?
-         No
-         Pide a tu amigo, que parece apreciarte un fax
-         ¿Por qué?
-         Lo puedes hacer o no?
Volví a ver a Miguel Ángel Moratinos quien me pidió el numero del Fax en Rabat, que se lo dio Tricha, volviendo después de 5 minutos que parecían una eternidad, debido a la impaciencia, los nervios y las prisas del director general.
-         Ya está… me dijo Curro
-         Ya está, le dije al director general
A las 12H 24 minutos el texto del comunicado final estaba entre las manos del entonces ministro del Interior, el difunto Dris Basri en Rabat antes de que el ministro de Exteriores en Madrid lo hiciera llegar a palacio. Ni Miguel Ángel Moratinos ni nadie supo nunca que el texto de aquél comunicado común llegó a las manos del difunto rey Hassan II desde el ministerio del Interior en Rabat y no desde los canales diplomáticos en Madrid.
Sin saberlo, tomé parte en una conspiración… a pesar de que el difunto Si Abdelatif Filali me apreciaba enormemente. Yo era uno de los muy raros con los que solía hablar español con su peculiar y exquisito acento fassi, tanto es así que, pocos meses después de aquél “incidente”, siendo aun ministro de Asuntos Exteriores, durante una reunión con una delegación latinoamericana les revelo, no sin antes hacer salir a toda la prensa y todos extranjeros al ministerio… todos, salvo yo que insistió en que me quedara, que en aquél instante en Paris habían negociaciones argelino-marroquíes sobre el Sahara, citando el nombre del argelino Hussein Hofman.
Al concluir la reunión en la misma puerta de la sala de reunión, un reportero de la MAP me preguntó si “algo importante se dijo allí”, contestándole, contando, ingenua pero inocentemente la información de las negociaciones argelino-marroquíes de Paris.
Menos de una hora después, siendo ministro, además del interior, de la Información, el difunto Dris Basri, la agencia MAP que le seguía y que de ninguna manera hubiera podido lanzar la información sin consultas previas y las folklóricas e ineludibles “Taalimat” (instrucciones).
Una vez más, sin quererlo, me encontré en el tira y afloja entre dos ministros, manipulado por uno contra otro.
A Abdelatif Filali le conocí en Nueva York en 1979 siendo él delegado permanente de Marruecos ante Naciones Unidas y años después en su calidad de ministro de la Información cuando me había pedido un día traducir un guión cinematográfico de más de 15 páginas en menos de un día.
Era imposible. Además yo no era traductor y no había un servicio de traducción en la radio nacional que dirigía entonces Mohamed Bendedoch.
-         No es posible, Sr. Ministro, le dije
-         ¿Por qué no es posible?
-         Yo no soy traductor y menos aun una maquina de traducción
-         Usted es jefe de la cadena española de la radio.
-         Si señor.
-         Entonces ¿Dónde está el problema?
-         El problema señor Ministro es que yo soy periodista y que si en la cadena española, por ser española se nos puede encomendar todo lo relativo al español, no me sorprendería que mañana o pasado si alguien de Ustedes necesitara una paella recurra a la cadena española de la radio
Soltó una interminable carcajada antes de decirme con una voz entrecortada con la risa: “Tiene usted razón. Es absolutamente lógico y lo entiendo perfectamente”.
Desde entonces estuve siempre cerca…muy cerca de él.
En ausencia de argumentos políticos, históricos y hasta humanos, Argelia y su Polisario eran concientes, desde el comienzo, de que no iba a ser fácil convencer a los españoles de la no marroquinidad del Sahara.
La acumulación de los errores en la gestión del expediente por parte de los dirigentes marroquíes de la época resultaban, a pesar de su envergadura nacional-histórica, insuficientes. El acuerdo tripartito de Madrid y algunas intervenciones del difunto rey Hassan II contrarrestaban los esfuerzos argelino-polisaristas en España y en el mundo.
A partir de 1978 la Dirección general de la seguridad exterior argelina (DGSE) por propuesta de algunos elementos del Polisario como Brahim El-Ghali y conciente del papel y el peso de la lengua española entre los españoles, decidió cambiar de táctica y de estrategia en España: “Desaparece el español del Sahara occidental, siendo remplazado por las autoridades marroquíes por el francés”. La formula era “mágica”. “Mágico” resultó poco después su impacto sobre la inmensa mayoría de la izquierda y gran parte de la derecha.
Mientras tanto, Radio Layun agonizaba. M’Barka Zaruali y Habana Maa Al-Ainain se mataban en medio de una in diferencia casi deliberada. Otros, como el excelente hispanista saharaui, Abdellah Abdellaui, negándose a una reconversión al francés opto, como muchos buenos hispanistas sahrauies marroquíes a fijar residencia en Las Palmas.
No. No había verdadera voluntad política de hacer frente a la propaganda argelino-polisarista en España ni en América Latina, como tampoco había esta voluntad política de elaborar una buena estrategia de comunicación para contrarrestar las pretensiones de algunos sobre los derechos humanos en el Sahara Occidental marroquí.
Ni Kerry Kennedy ni su amigo Javier Bardem ni los “amigos” y “amiguitos” de ésta y de aquél, logran explicar tanta miopía marroquí cuando, la diplomacia marroquí se niega a hacer uso del mejor joker para la defensa de derechos humanos en el Sahara y en todo Marruecos: Aminatu Haidar.
¿Puede existir en Tinduf, en Argelia, en España o en Estados Unidos  o en Cochabamba un ciudadano (o en femenino) una “ciudadana” que se pasa su vida y su tiempo con fondos del contribuyente marroquí, recorriendo capitales, organismos e instituciones internacionales con pasaporte de Marruecos reclamando en voz alta, su condena, su ruina y la fortuna de sus adversarios?
Y cuando termina ¡colmo de tolerancia o de imbecilidad! regresa tranquilamente a reanudar su “militante” vida en su Layun de…adopción.
Opciones letales…
Ignacio Vidal Lazcano, empresario canario y compañero de fortuna en una de las mesas del encuentro de empresarios canario-marroquíes organizado por la Cámara de Comercio e Industria de Layun en Las Palmas, hablaba (reprochaba) con un tono, a todas luces, sincero, casi paternalista:
-         La verdad es que lo habéis hecho mal, muy mal
-         ¿Qué es lo que hemos hecho mal y quiénes somos nosotros?
-         Los marroquíes que, desde 1975,  procedéis a una limpieza lingüística en el Sahara
-         Por poco me dices “étnica”
-         No. Lingüística. ¿Sabes Sr. Jedidi que en los años 1975/76/77 y hasta 1979 en Canarias éramos muchísimos en creer en la creación de un nuevo clima de confianza y de cooperación recíprocamente beneficiosa entre Marruecos y Canarias?
-         ¿Y qué pasó luego?
-         Durante todos estos años y mucho después nos fuimos a las diferentes ciudades del Sahara para explorar las oportunidades de negocio y de inversión…
-         ¿No las encontraron?
-         Si. Al contrario pero se debía hablar francés. La verdad es que no valía la pena, no vale la pena. Así, mejor invertir en Francia directamente
-         ¿pro qué tiene que ver los negocios con la lengua?
-         Verá… el entorno, la estructura, el clima económico. En una palabra: afinidades que impulsan el trabajo
Mi compañero Zubair Vargas de la primera cadena de la televisión marroquí me pedía traducirle lo que decía el Sr. Lezcano.
-         Creo que tiene razón, me dijo en árabe para que nuestro interlocutor no comprendiera lo que decíamos. Además, preciso, parece sincero y quiere a Marruecos.
Nuestro interlocutor nos contaba las crudas verdades.
-         Los canarios no estamos con el Polisario ni contra la marroquinidad del Sahara, lo que pasa es que Marruecos hace poco,  muy poco. A muchos de nosotros nos da la impresión de que no le interesan Canarias y a los canarios no les interesa hacer cursos acelerados de francés para hacer negocios con una región con la que siempre hemos estado muy cerca. ¿Sabes; Sr. Jedidi? Para los canarios el Sahara casi forma parte del archipiélago, por lo menos sentimentalmente y hubiésemos preferido que Marruecos conservara e incluso reforzara el carácter español de algunos aspectos de la región
En la enorme sala canarios y sahrauies miembros de la delegación que el hombre de negocio saharaui, Hassan Derham trajo a canarias en un alarde de impresionante patriotismo, intercambiaban ideas, impresiones y hasta concepciones de lo que debiera ser la cooperación entre el archipiélago canario y el Sahara Occidental marroquí.
-         Se trata de iniciativas absolutamente personales y privadas, como decía y repetía el Sr. Lezcano. Loables, sin duda, pero insuficientes para dar el suficiente impulso a una verdadera y multifacética cooperación entre Canarias y el Sahara. Hace falta la intervención del Estado marroquí.
Lo que no era el caso. Los hispanistas e hispanofonos se quedaban sin voz. Los demás conocían poco la importancia de la proximidad geográfica y el alcance geopolítico de un acercamiento entre Islas Canarias y el Sahara Occidental marroquí.
Desde Canarias, Francia parecía lejos… muy lejos no así su lengua.
En la gran sala, la perfecta compenetración (integración la llamaba Zubair Bragas) entre sahrauies marroquíes y canarios, que discutían en español, ilustraba abstractamente lo que debía ser y no fue la relación entre el archipiélago y el Sahara Occidental marroquí.
-         La verdad es que no solo los canarios se quejan de la francesación del Sahara, sino también los propios sahrauies, le dije a Zubair
-         Se sienten como si estuvieran en su casa
-         Quizás porque, en parte, esto debía ser parte de su casa
En el intercambio de alocuciones, hassan Dirham y los ejecutivos de la Cámara de Comercio y navegación de Las palmas ponían de relieve la importancia de estos contactos entre los empresarios de las dos partes… en español, si es posible (eso lo decimos nosotros).
De repente, me encontré preguntando: ¿Y si Marruecos hubiera mantenido e incluso reforzado la lengua española en el Sahara Occidental marroquí desde su recuperación en 1975?
No volví a ver a mi “amigo”, pero nunca, hasta ahora se por qué me dijo todo aquello. Lo cierto es que mi “amigo” despertó mi curiosidad y mis recuerdos.
En uno de mis viajes a Layun, siendo consultor del ministerio marroquí de Información, fui recibido con la delegación de periodistas españoles y latinoamericanos que me acompañaba, por el entonces Wali (súper gobernador) de la ciudad, el difunto Salah Zemrag. Durante la conversación salió a relucir el tema de los “esfuerzos” de Marruecos de sustituir el español por el Francés en el Sahara:
-         Sr. Gobernador, llevamos aquí tres días. Hemos visto a muchos responsables y visitado muchos lugares, parece que han acabado ustedes con la lengua española, preguntó con cierta osadía una periodista española
-         No. Aquí todo el mundo sigue hablando español. Algunos, incluso perfectamente
-         Pero nos da la impresión de que lo hacen casi discretamente
-         ¿Pero, quién le ha dicho esto?
-          Es que todos los responsables que hemos visto, ninguno habla español. Ninguno es de aquí. Con  usted mismo, máxima autoridad de la provincia, necesitamos un traductor
-         Este es Marruecos, señorita, y debe haber cierta uniformidad
-         El francés ¿forma parte de esta uniformidad?
-         Quería decirle…
-         Sr. Gobernador, en la Constitución marroquí la lengua oficial es el árabe, el español y el francés son lenguas secundarias
El difunto Wali cambio de tema. Era lo mejor que podía hacer. El jefe de su gabinete Mohamed Gueruani tomó el relevo con explicaciones más convincentes en perfecto castellano, pero él también era del norte... como yo, de Tetuán.
El mismo tema se repetía en cada visita a Layun o a otras ciudades del Sahara marroquí. Algunos medios de comunicación españoles consagraban sus reportajes a esta cuestión. Lo advertimos a los responsables de Interior y de Información.
La mayoría de los periodistas españoles que visitaban las provincias del Sur, mostraban una sensibilidad particular al tema de la legua secundaria en el Sahara. Algunos escribieron incluso que Rabat privilegiaba a los sahrauíes de formación francófona como Omar Al Admi, alias Hadrami y a otros.
-         Los Bachir D’khil, Siddati El-Ghalaui, Hassan Dirham, aunque éste se ha impuesto por obvias razones y méritos propios, Abderrahman Ould Leibek y una interminables etcétera de excelentes hispanofonos sahrauíes marroquíes vegetan en los pasillos del Interior o en sus casas, me había dicho una vez un corresponsal de un gran diario español en Rabat
-         No lo creo. Ould Leibek es el cónsul en Las Palmas y Brahim Hussein Mousa, medico jefe de Uadi Addahab y actual embajador de Marruecos en Caracas.
-         Escucha, Said, te digo una cosa: Si Marruecos hubiera jugado plenamente la carta del Partido de la Unión Nacional Saharaui (PUNS) cuyo Secretario general y la mayoría de sus máximos dirigentes están en Rabat, hubiera cogido en la trampa a España y su política en el Sahara. No fue así y tu sabes por qué
La verdad es que no sabía por qué, entre muchas otras cosas, porque en la cuestión del Sahara debo confesar que no siempre es fácil comprender algunas decisiones.
No obstante, en los casi 40 años que llevo en la defensa de la integridad territorial de Marruecos, siempre sentí que la carta de la lengua española en las provincias recuperadas ha pesado nefastamente en la percepción de los españoles del problema.

Comentarios