Era ayer en la Biblioteca Nacional
de Rabat con motivo del50 aniversario de la desaparición de Medí Ben Barka en
el que el polo de atracción fue in contestablemente el mensaje real, cuyo
contenido y alcance han marcado los espíritus de los presentes.
El acontecimiento, pues, de este encuentro
organizado por el ex primer ministro y camarada del difunto, Abderrahman
Youssoufi en presencia del ex canciller argelino L’Khdar Ebrahimi y muchos
otros símbolos del socialismo marroquí, fue el mensaje del Rey Mohamed VI que
consideraba el momento de hacer caer los tabúes y los “no dichos”.
Con sutileza el mensaje real lo dice todo. Todo
estaba en el sentido… en la elección de las palabras y las ideas. Para comenzar
que Ben Barka era amigo de la familia real, que quería servir a su país y que
no tenia otro ideal que esto, que su desaparición sigue siendo un misterio
respecto al que persisten las interrogaciones, que forma parte de la historia y
está incrustado en los corazones de los marroquíes y en el mío, que un gran pías
debe tener una gran historia y que esta historia no debe estar marcada
exclusivamente por rosas y sonrisas, sino también por cosas desagradables.
Para el rey, es momento de sacar las lecciones
pertinentes de este triste episodio de la historia del país. Para ello el
monarca ha reafirmado su compromiso por la democracia o lo que es igual: que el
estado nunca desviará su mirada de este asunto.
Mohamed VI califica a Medí Ben Barka de “hombre
de paz y amigo de la familia real” y a pesar de que esta desaparición sigue
suscitando muchas interrogaciones “hemos decidido participar en esta conmemoración,
puntualizó el soberano, sin ninguna exhibición
ni complejo” debido a la consideración que sienten los marroquíes y su soberano
por el difunto.
Una cita con la historia. Una magistral decisión que
hace del rey Mohamed VI un estadista de gran envergadura a la altura de los
grandes dirigentes de ala historia y del mundo.
El rey acaba de abrir una nueva página en la
historia de la simbiosis entre el trono y la base.
Una mano tendida que nadie puede ni debe
descuidar…
Comentarios
Publicar un comentario