Oriente Medio es, desde hace un par de semanas,
objeto de una carrera contra reloj, no hacia la paz, sino hacia compromisos, y negociación
de un nuevo mapa de esferas de influencia.
Cambio de posiciones respecto a la solución “política”
en Siria, más flexibilidad de Estados Unidos y de algunas potencia como en el
Yemen.s europeas como Alemania respecto al papel que pueda o deba jugar el
presidente Bachar al-Assad en la etapa de transición y, obviamente antes y después
de esta etapa.
No cabe duda, la reciente implicación militar en
Siria de Rusia ha convulsionado las coordenadas de la función geopolítica en
este país y en Oriente Medio de manera general. Lo corrobora, cuando menos, la “precipitación”
del primer ministro de la entidad sionista hacia Moscú y una serie de factores
indicadores de un fehaciente punto de inflexión en la postura de muchos que van
desde Estados Unidos hasta Europa, pasando por la OTAN y algunos satélites
regionales, excesivamente ocupados en otras guerras intestinales.
EEUU, Europa y Occidente en general, unos países más
que otros, todos apuestan casi exclusiva y erróneamente sobre el papel ruso y
su incidencia para elaborar una nueva ecuación sobre el futuro de Siria y por su puesto de su presidente.
No obstante, en este “tira y afloja” y en este, para
muchos, inesperado sobresalto de humor…militar ruso, todo el mundo olvida o,
cuando menos, descuida el verdadero reto del problema que es Iràn y los “incondicionales”
aliados de Damasco.
El problema pues se plantea de otra forma: Si tan
decisiva ha resultado la implicación militar rusa en Siria ¿Por qué no lo fue,
desde el comienzo o por lo menos desde el acuerdo n uclear de Viena, iraní?
Se necesitará tiempo y paciencia para determinarlos
apetitos de unos y la determinación de otros en este mal concebido, mal
manipulado y muy mal patrocinado conflicto sirio.
En espera, tanto en Teherán como en muchas
capitales árabes, como el Cairo, la convicción que va imponiéndose consiste
en que la Turquía de Erdogan y la
Francia de Hollande, entre otros, constituyen una amenaza para la paz en
Oriente Medio y en el mundo. Por lo tanto, en cualquier proceso de paz o de normalización
en Siria o en Oriente Medio en eneral se debe comenzar descartando a Francia y a Turquía.
La paz es posible en Oriente Medio… a la luz de las
ultimas convulsiones militares, pero también y, quizás sobre todo, políticas en
negociaciones secretas y publicas entre Washington y Moscú.
De los demás países que pretenden ser actores en
una solución al respecto, se encargará Estados Unidos, incluida Francia aunque,
con toda probabilidad sin posibilidad de parte del pastel porque hay pastel y
porque ha invertido tanto en la tragedia de los países de la región.
Comentarios
Publicar un comentario