Irán/Occidente ¿Quién habla de “apertura”

Todo el mundo en Occidente, incluida España se pregunta sobre lo que llaman “apertura” de Irán a la luz del acuerdo nuclear de Viena. Una “apertura” que hace correr mucha saliva. No importa si los responsables iraníes tuvieran una concepción, cuando menos “diferente” de Occidente de una solución en Siria ni que tratara a los gobiernos en función de sus posiciones durante la época de las sanciones ni siquiera su firme e inamovible posición respecto a la entidad sionista.
En Nueva York, Londres, Paris e incluso Madrid se han percibido “evidentes indicios de una apertura de la sociedad iraní”. Pero ninguna precisa ni como, ni cuándo ni por qué tiene que abrirse esta sociedad iraní.
 L'Américain John Kerry et l'Iranien Mohammad Javad Zarif posent avant la reprise des discussions à Lausanne le 16 mars 2015
En realidad, o bien no hay ninguna apertura o bien siempre la hubo pero no al gusto ni al antojo de muchos. Teherán trata, desde el acuerdo nuclear, con sociedades compañías independientemente de sus gobiernos o los vínculos que hayan tenido o podrían tener con estos gobiernos.
Evidentemente los responsables iraníes saben pertinentemente que no pueden ir ajustando cuentas. Su nuevo estatuto regional e internacional le confiere una estatura que le puede hacer prescindir del ajuste de estas cuentas.
No obstante, de repente Irán ha dejado de ser lo que, según Occidente, era. ¿Qué es lo que ha cambiado en Irán? No. Nada. El cambio se produjo y debía producirse al otro lado: en Occidente, ávido de no perderse una oportunidad para pailar su profunda y estructural crisis. Pero este mismo Occidente sabe también que poca tecnología puede trasferir a Irán. ¿Armas? Tampoco. Las tiene, las produce y lo que le falta las importa de Rusia o de China que tuvieron posiciones dignas durante su travesía del desierto.
Creo que, hablando de “apertura” los países occidentales venden la piel del oso antes de matarlo. Irán conserva muchas sorpresas. La hipocresía occidental no puede contribuir, de modo alguno, a la mejora ni a la normalización de sus relaciones con Irán porque justamente rl problema no es Irán en sí misma, sino las políticas de estos Estados para con los países del entorno iraní. O sea: que para Irán y sus dirigentes la solución es global e indivisible. Es a tomar o a dejar…

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