Todo el mundo en
Occidente, incluida España se pregunta sobre lo que llaman “apertura” de Irán a
la luz del acuerdo nuclear de Viena. Una “apertura” que hace correr mucha
saliva. No importa si los responsables iraníes tuvieran una concepción, cuando
menos “diferente” de Occidente de una solución en Siria ni que tratara a los
gobiernos en función de sus posiciones durante la época de las sanciones ni
siquiera su firme e inamovible posición respecto a la entidad sionista.
En Nueva York, Londres,
Paris e incluso Madrid se han percibido “evidentes indicios de una apertura de
la sociedad iraní”. Pero ninguna precisa ni como, ni cuándo ni por qué tiene
que abrirse esta sociedad iraní.
En realidad, o bien no
hay ninguna apertura o bien siempre la hubo pero no al gusto ni al antojo de
muchos. Teherán trata, desde el acuerdo nuclear, con sociedades compañías
independientemente de sus gobiernos o los vínculos que hayan tenido o podrían
tener con estos gobiernos.
Evidentemente los
responsables iraníes saben pertinentemente que no pueden ir ajustando cuentas.
Su nuevo estatuto regional e internacional le confiere una estatura que le
puede hacer prescindir del ajuste de estas cuentas.
No obstante, de
repente Irán ha dejado de ser lo que, según Occidente, era. ¿Qué es lo que ha
cambiado en Irán? No. Nada. El cambio se produjo y debía producirse al otro
lado: en Occidente, ávido de no perderse una oportunidad para pailar su
profunda y estructural crisis. Pero este mismo Occidente sabe también que poca
tecnología puede trasferir a Irán. ¿Armas? Tampoco. Las tiene, las produce y lo
que le falta las importa de Rusia o de China que tuvieron posiciones dignas
durante su travesía del desierto.
Creo que, hablando de
“apertura” los países occidentales venden la piel del oso antes de matarlo.
Irán conserva muchas sorpresas. La hipocresía occidental no puede contribuir,
de modo alguno, a la mejora ni a la normalización de sus relaciones con Irán
porque justamente rl problema no es Irán en sí misma, sino las políticas de estos
Estados para con los países del entorno iraní. O sea: que para Irán y sus
dirigentes la solución es global e indivisible. Es a tomar o a dejar…
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