La principal lista independentista, Juntó pel Si del presídete
saliente se ha adjudicado, cuando se lleva escrutado el 99’97%
62 diputados regionales. La otra lista favorable a la secesión, la Candidatura d’Unitat
Popular (CIP) obtuvo 10. Juntos, las dos formaciones aseguran una confortable mayoría
absoluta en el Parlamento autónomo fijada en 68 diputados.
A raíz de lo
cual, a pesar de no haber convencido a menos
del 48% de los electores, menos de la mitad de los sufragios en una elecciones
a las que con ferian el valor de referéndum, los independentistas tienen la capacidad
parlamentaria de llevar a cabo su programa de separación.
Salvo
sorpresa y a falta de mayoría alternativa, Artur Mas debe pues conducir un
gobierno integrado por los independentistas de derecha (los de su partido,
Convergencia Democrática de Catalina, CDC) y de izquierda (los de Ezquerra
republicana de Cataluña) que se incorporaron a la coalición Junt pel Si, siendo
el programa común un a hoja de ruta que debe conducir dentro de 18 meses a una declaración
de in dependencia. Junt pel Si pierde diputados en relación a los escaños
obtenidos separadamente por CDC y ERC en el 2012, pero adjudicándose el
escrutinio monopolizado por el tema de independencia, eleva el desafío lanzado
a Madrid.
Junts pel Si
debe ahora, no obstante, con vencer a la C IP
de apoyarlo. El partido anti-capitalista y partidario de una especie de Unión
europea, prevenía durante su campana electoral que las dos listas debían
obtener el 50% de los votos para comprometerse en la vía de la independencia. El
CUP había indicado también que se negaba a reconducir a Mas al frente de
gobierno regional. “Si es necesario gobernar con ellos va a ser un poco rock and roll” con
fiaba una fuente próxima a Junts pel Si antes de la apertura de las oficinas de
voto.
Al otro lado:
unionista, el bloque se reconfigura. En el centro y en la derecha, Ciudadanos pasa
antes que el Partido Popular de Mariano Rajoy (el PP pasa de 19 a 11 escaños) y se erige en
tanto que según da fuerza con 25 diputados (contra 0 en el 2012).
En la
izquierda, el PSC se salva por poco con 16 diputados mientras que Catalunya Si
que es Pot constituido por ecologistas, neocomunistas y el partido de izquierda
radical Podemos) pierde dos escaños sobre los 13 que había conquistado una coalición
similar en el 2012.
En todo caso,
el carácter excepcional del escrutinio de ayer en Cataluña y la fuerte movilización
por una y otra parte han mostrado que un
despertar de los electores hostiles a la in dependencia, que, de costumbre
conservan su voto a las elecciones generales españolas y a incrementar la abstención
en las elecciones regionales.
En síntesis,
pese a los gritos de victoria en Cataluña sigue el juego… a pesar de la, cuando
menos, inexplicable pasividad y timidez de los unionistas, incluidos el PSC y
el PP catalán.
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