Buenos días Marruecos: Radio/Aniversario: Radio Tánger cumple 69 años

Con una arquilla de programas especiales para conmemorar tan ilustres acontecimientos, hoy sábado 19-9-2015 Radio Tánger cumple 69 años y hoy asimismo la legendaria estación celebra el 58 aniversario de la visita del llorado rey Mohamed V a su sede.
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Una buena ocasión para hacer un balance y establecer las perspectivas de 69 años de fértil y fructífera labor informativa a nivel internacional.
La estación de Radio Tánger fue creada en 1946, constituyendo de esta forma una de las pioneras en Marruecos y en el mundo árabe. Desde entonces conserva una inigualable cualidad entre las estaciones de radio de Marruecos y una frescura que hace de ella un ejemplo y una ilustración del trabajo serio, perseverante e innegablemente positivo sobre todos los planos.
Por ello he querido con tribuir a esta celebración con un testimonio personal sobre Radio Tánger.
Era 1974. Marruecos preparaba discretamente la Marcha Verda. En Tarfaya había una estación regional: Radio de la liberación y de la Unidad. Un grupo de profesionales muyahidine, sin medios ni posibilidades abrían casi voluntaria pero entusiasmadamente el capitulo de la liberación y la integración de estas provincias del sur, entonces bajo tutela española en la patria madre. Nombres célebres, por pertenecer al mundo de la radio o de la televisión como Mostafa Alaui, Dris Zemrani, servidor estaban literalmente eclipsados por un nuevo llegado: el difunto Mohamed Gharbi. ¿La razón? Porque procedía de Radio Tánger que era una de las cosas que más conocían nuestros hermanos del Sahara occidental marroquí de su país.
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A continuación de “Apuntes” este relato sobre la época y sus protagonistas, especialmente el difunto Mohamed Gharbi de radio Tánger.

En aquella Tarfaya cuyas calles parecían silenciosos laberintos en los que la vida casi cesó de existir, la comunión entre lo militar y lo civil era, además de paradójica, perfecta para el ejercicio de aquella, para ambos, misión-crucigrama.
En Tarfaya no era raro encontrar a un grupo de personas con la mirada convergida hacia el cielo durante, a veces, horas, esperando poder determinar con exactitud si se trataba de un ave o de un avión o avioneta: Su afán consistía en poder ver un rostro nuevo.
Parecía recién salido de la edad dorada árabe. Un gran profesional: riguroso con el trabajo, minucioso en la elaboración de programas o la redacción de los informativos, tranquilo hasta la inquietud, amigo de sus amigos y un gran maestro de la información y de la vida en general.
Se llamaba Mohamed Gharbi. Era tangerino y lo repetía hasta la saciedad: ‘Cuando se es de Tánger no se puede ser de otro lugar’.
Si Mohamed tenía razón…él que creía que un esfuerzo abortado es más excusable que un error y contrariamente a Espinosa, Si Mohamed creía que nunca se puede recuperar las pasiones positivas. Cada una de sus palabras era una lección, enseñaba aprendiendo, y aprendía enseñando. Era exageradamente exigente pero nunca grotesco. De una serenidad contundente y de una paciencia proverbial un día…
Eran las 12H57. Faltaban tres minutos para el informativo de las 13HOO. Con el boletín de noticias en las manos, Si Mohamed esperaba la hora del informativo. De repente puso el boletín en una silla y se ausentó unos segundos. Al advertirle el regidor la hora del informativo, Si Mohamed le indicó una cabra que desguataba los últimos papeles del boletín de noticias.
-         No entiendo
-         Pues si esta claro, que la cabra se ha comido todo el boletín.
-         ¿Y qué hacemos?
-         No lo sé. Lo mío es redactar y leer, lo tuyo es encontrar soluciones a este tipo de situaciones.
El diario hablado ha tenido que ser aplazado una hora… porque una cabra que pasaba por allí se comió todo el boletín.
Mientras tanto, “Khay” Mohamed ni siquiera emitía una sonrisa fortuita. Una vez solos me confesó: “Si la cabra y lo que hizo forma parte de este enigmático paisaje y paisanaje. Por ello no me ha sorprendido. Hemos visto cosas más raras aquí”. Lo suyo no era la duda que conduce a la arrogancia sino la constatación que desemboca en la certeza…una concepción casi teológica, sin convicciones absolutas ni diagnósticos precoces.
Si Mohamed Era un gran hombre, un gran profesional y un gran humanista. Ėl, como el filósofo Henry Bergson “nunca escuchaba lo que decían sino veía lo que hacían”. Calificaba la autosuficiencia militar de “enfermedad huérfana” aunque tenía a muchos buenos amigos militares.  Respetaba únicamente a los que merecen el respeto y no despreciaba ni siquiera a los que mostraban una ausencia total de reflexión.
La larga ausencia de Marruecos y su poquísimo interés por la zona hizo que la inmensa mayoría de los saharauis ignorara casi todo de su país… casi todo menos Radio Tánger y sus hombres, entre los cuales se destacaba Si Mohamed Gharbi. De tal modo que su llegada a radio Tarfaya aportó un valor añadido, dando un gran impulso a la proyección de la estación.
Nadie se lo reconoció nunca…
Amable hasta la exageración nunca decía no a cualquier trabajo, siempre y cuando sea a su nivel y al nivel exigido.
Asceta en lo que otros aspiraban con todas sus fuerzas, Si Mohamed Gharbi daba todo lo que tenia, tratando incluso de inculcar su inimitables sabiduría y clarividencia. Sus amplios conocimientos en materia de la historia contemporánea de Marruecos han contribuido, además de la rectificación de concepciones, a la mejora y la estructuración de los programas históricos de productores en ciernes.
Sus interminables conversaciones con sus espontáneos admiradores daban un nuevo aliento a Radio Tarfaya y a su gente. Era, para decirlo de alguna forma, otra radio paralela.
Su ejemplar serenidad era de notoriedad pública. Una noche, tras trasnochar con unos oficiales de las Fuerzas Armadas Reales antes de salir nos dieron la contraseña. Al llegar a la zona militar nos paró el grito del oficial de guardia:
-         ¡Alto!
-         Dile la contraseña, me dijo “Khay” Mohamed.
-         No me acuerdo.
-         ¿Cómo no te acuerdas?
-         Que no me acuerdo
-         ¡Alucinante!

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