Primeras y decapantes
“confidencias a “próximos” del ex patrón de la inteligencia argelina, el
general-mayor Tawfik respecto a su ida del DRS, al régimen argelino, al
presidente Bouteflika, Todo un quebradero de cabeza para el palacio
presidencial El Mouradia en Argel.
Primera salida pues de quien
los argelinos llamaban hasta el pasado día 13 cuando fue cesado por el
mandatario del país vecino de “hombre fantasma”: Mohamed Lamine Mediéne, decide
salir de su mutismo instrumentalizando inteligentemente sus confidencias a
cuenta gotas en cierta prensa.
“Fui yo quien ha elegido
irme” precisa el ex patrón del
departamento de la inteligencia y de la seguridad de Argelia (DRS) en una
primera revelación publicada por el sitio argelino de información continua
“Analgeria”, citado por “Le360”. Un categórico desmiente a las alegaciones de
la presidencia argelina que, en un comunicado el pasado día 13, anunciaba “la
jubilación forzosa” del general-mayor Tawfik, después de 25 anos de “leales”
servicios al frente del todopoderoso departamento de inteligencia y de la
seguridad del país vecino.
Deliberada, forzada, esta ida
del ex patrón de los secretos argelinos, plantea toda un a serie de problemáticas:
¿Por qué hoy y no ayer? Responde el interesado: “El estado argelino ha dejado
de existir”.
Cuestión que plantea otra: “¿Hubo
alguna vez un Estado en un país donde
los presidentes se ponían y se quietaban según los gustos, los antojos y los
humores de los militares, entre ellos el temible DRS?”. El general depuesto
afirma afirmativamente. “Incluso durante el tristemente celebre decenio negro (años
90 y su cortejo de 250 000 muertos), Argelia podía presumir de ser un
estado ya que había logrado preservar los atributos de su soberanía”.
No obstante “ya no es el caso”
constata el ex numero 1 de la inteligencia argelina. “El destino de Argelia, está,
hoy por hoy, entre las manos de personas diferentes e indignas de confianza”,
afirma el general mayor Tawfik, precisando “No hay ningún presidente presente
por su cuerpo ni Consejo constitucional, al abrigo de las interferencias y
presiones ni ministros de Asuntos exteriores con prerrogativas buen delimitadas
por la ley, menos aun un Parlamento para controlar el dinero del pueblo”.
Un in contestable y decapante diagnostico
de una Argelia que padece con su poder “lo que ha abierto la vía, según el
general Tawfik, a las ingerencias extranjeras en los asuntos interiores de
Argelia”. “Una ‘Primavera argelina’ está a la vuelta de la esquina” pronostica
el ex espía jefe de Argelia, el cual afirma que el pueblo argelino es despiadado
y quien se erija contra sus aspiraciones acabará por conocer el mismo destino
de los presidentes de los “’regimenes árabes que han desaparecido del mapa”
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