Oriente Medio y su metamorfosis: Simple patología mental

Desde hace días se habla poco de “Dae’sh”. Se habla menos de sus crímenes. Sus padrinos reflexionan. Es la primera vez, desde hace lustros, que en Oriente Medio la dinámica de la paz parece comenzar a eclipsar la de la guerra. Business is business. Fiel a su ética, Estados Unidos vuelve a proclamar a quien quiera escucharlo de nuevo que no tiene ni amigos ni enemigos, sino solo intereses y, naturalmente domésticos y satélites, algunos de ellos claves por ser regionales.
 
El Reino Unido se prepara a estrenar era con la república islámica. Pasado mañana  (domingo 23 de agosto) la embajada de Su Majestad volverá a abrir sus puertas en Teherán y la de Irán en Londres.
Business is business. Miope como siempre, Francia se creía superpotencia. Se equivocó y el resultado es que los dirigentes iraníes le dijeron “que vuelva mañana”.
No hay guerra que dura mil años… ni paz que pueda desaparecer definitivamente en un abrir y cerrar los ojos. Oriente Medio se viste de gala en espera de (él también) estrenar nueva era.
“Dae’sh” y sus daños colaterales. Las oposiciones “moderadas” y sus incongruencias, los vende patrias y su inutilidad y el pragmatismo y sus beneficios.
En Siria, salvo el régimen, por mucho que se repita, no hay nadie que tiene un pueblo. Grupos terroristas, sus armas, sus amos y sus… sueños.
En Irak, el tiro salió-sale por la culata. Más van a perder los kurdos. Y el fuego que se extiende a donde no se había previsto: Egipto y la amenaza en el Sinaí contra Israel, el Golfo y su frágil resistencia ante lo improvisto, Libia y la amenaza de contagiar a vecinos y la idea de un “Oriente Medio a medida” que se desvanece.
Viena y su acuerdo nuclear están dando resultados literalmente inversos: La paz que se temía, la estabilidad que se evitaba, la prosperidad que se quería controlar y un mercado de armas que va a ser objeto de una mortal convulsión. ¿De dónde ha salido Irán? No importa. Ha salido y…punto. Y todo va a cambiar hasta las alianzas, hasta los vencedores, hasta los patrocinadores de empresas terroristas y hasta las mentes.
Lo dijimos en más de una vez: Israel en peligro de paz. Ahora resulta que todo Occidente está en peligro de la paz. La paz anhelada… la paz buscada y encontrada… la paz posible e inevitable. Han perdido los buitres. Estaban/están condenados a perder. Solo los insensatos apostaban por su victoria. Lo dijimos también: su concepción de Oriente Medio no era/es más que una patología mental.

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