El secretario general de Naciones
Unidas va a presentar durante la 70 asamblea general de la ONU, que se abre a
mediados de septiembre próximo, un informe sobre los últimos desarrollos de la cuestión
Occidental marroquí.
Ban Ki-moon advierte contra lo
que llama “riesgo de inestabilidad en la región, debido al terrorismo y a la
desesperanza de los jóvenes de los campamentos de Tinduf, controlados por Argelia.
Este informe, según “Le360” a punto
de terminarse va a ser alimentado, seguramente por las observaciones que
planteara Christopher Ross, enviado especial de Ban Ki-moon al Sahara, al
término de su próxima gira por la región a finales del mes en curso, especialmente
Argelia y Marruecos a los que la comunidad internacional responsabiliza del
actual statu quo.
Según el diario Al Ahdaz al
Magrebia el secretario general de la ONU explica que la inestabilidad en la región
es una grave fuente de preocupación” tanto para las partes en conflicto como
para toda la región e invita a la MINURSO a permanecer vigilante y a vigilar “toda
actividad sospechosa” en relación con el terrorismo.
De hecho, el último informe del
organismo mundial adoptado en abril pasado por el Consejo de seguridad propone
dar “un nuevo impulso a las negociaciones entre el Polisario y Marruecos, esperando
que se avance hacia una solución”. “La comunidad internacional, precisa, entre
otros el citado informe, no puede permanecer pasiva cuando miles de refugiados
(o refugiadizados) dejan de acariciar la esperanza de una solución política
negociada”. “Se debe temer la búsqueda de alternativas bélicas”, comenta el
rotativo marroquí.
Los observadores recuerdan que,
por su terquedad, de su régimen militar moribundo, Argelia es, en gran parte
responsable de este riesgo de inestabilidad. Este país juega con el fuego, fingiendo
ignorar que el Magreb se niega a continuar siendo rehén de esta (su) obstinación.
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