I
Conacentomarroqui/France-Irak-Actualité:
El ministro ruso de exteriores Sergei Lavrov, el
secretario de Estado americano John Kerry y el jefe de la diplomacia saudita,
Adel al-Joubeir se reunieron la semana pasada en Doha para encontrar los medios
(en teoría) de resolver rompecabezas sirio.
El posterior “sálvese a quien pueda” era
previsible.
Al-Joubeir se entrevisto en Moscú con su homologo
ruso. Una delegación de la “oposición” siria (sin los seudo yihadistas) viajo a
la capital rusa. El ministro iranio de exteriores Jalad Darif debía trasladarse
a Ankara para hablar de Siria, pero anulo su viaje, prefiriendo ir a Pakistán y
es esperado la semana próxima en Moscú.
Todas las esperanzas de la paz en Siria parecen
pasar por Moscú. Salvo que la realidad en el terreno es otra…literalmente
distinta. El ejército árabe sirio continua combatiendo a lo que Occidente
califica de rebeldes y a los mil y un grupo terrorista en su territorio.
Lo que se desprende de la reunión entre Lavrov y
Kerry es la entrada en acción del Objeto Bombardeador No identificado (OBNI) ¿Qué
es lo que se oculta detrás del OBNI?
En teoría, la llegada del OBNI debe revelar que Estados Unidos han decidido,
por fin, bombardear al llamado “Estado islámico” con la esperanza de abrir la vía
a una solución política.
La llegada de 6 F-16, 2 aviones de apoyo militar
y de 300 soldados americanos a la base de la OTAN en Turquía de Incirlik, corrobora esta interpretación.
Solo que, la manera con que los turcos hacen uso
del OBNI sorprende a más de un titulo. Es lo menos que se pueda decir. No es Dae’sh
lo que bombardean los turcos, sino, esencialmente los kurdos, apoyando
firmemente la insurrección siria (dicen no ‘yihadista) proporcionando muchas
armas para su reestructuración.
Traducción (en espera de ser revisado): los boys
de Erdogan han recibido la luz verde a hacer frente a los que se les oponen en
el norte de Siria. Han preferido dejar tranquilo al Califa y a su califato y
acabar con los kurdos y provocar un cambio de régimen en Damasco.
La excusa de Erdogan consiste en que se debe
impedir al Partido de los trabajadores del Kurdistan (PKK). Es decir a las
unidades de protección del pueblo (YPG) formadas de kurdos sirios afiliadas al
PKK controlar sectores del norte de Siria que no estaban históricamente bajo su
control.
Pero aquí hay un nudo: La administración Obama
parece haber dado otro giro de 180 grados, postergando, por ahora, la entrega
de los 500 millones de dólares destinados a la formación y al armamento de
rebeldes “moderados” que había sido objeto de toda una operación de propaganda
en beneficio de una tentativa de colaboración con el YPG.
De toda evidencia, la estrategia de Washington no
tiene absolutamente nada que ver con la de Ankara que preconiza el bombardeo de
los kurdos con el pretexto de combatir a Bachar Al Assad.
Pero, como la administración Obama no comprende
nada en las estrategias, Washington no sabe exactamente si debe o no aliarse
con el YPG. Es como si el Pentágono teme despertar la ira de Turquía o de sus
satélites árabes. En todo caso, el Pentágono aun impermeable, ironía del
destino, reconoce que se trata de una estrategia frágil.
Pero es, pese a todos los pesares, increíble que
los pretendidos movimientos para la soberanía del Kurdistan asusten a todo el
mundo ¿O no es así?
(Continuara)
Pepe Escobar es el autor de Globalistan: How the Globalized
World is Dissolving into Liquid War (Nimble Books, 2007), Red Zone
Blues: a snapshot of Baghdad during the surge (Nimble Books, 2007),
Obama does Globalistan (Nimble Books, 2009) y el ultimo, Empire
of Chaos (Nimble Books).
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