Feminicidio en América Latina 19 agosto 2015 Nazaret Castro (Esglobal) Hoy: La Argentina


Un niño con una pancarta durante la manifestación de 'Ni una Menos' celebrada en abril 2015 en Buenos Aires (Argentina). (Eitan Abramovich/AFP/Getty Images)

En la mayoría de los países no existen estadísticas sobre violencia machista, así que es difícil saber la evolución de este drama social. Lo que sí han dejado claro las investigaciones de organizaciones sociales es que las cifras son abrumadoras: una mujer asesinada cada 31 horas en Argentina, 15 cada día en Brasil, 2.000 al año en México. Como también son terribles la brutalidad de muchos casos: golpeada hasta la muerte, acuchillada, degollada, troceada, torturada o violada; y el hecho de que las parejas, ex parejas y familiares de las víctimas sean los culpables en la mayoría de los casos. Las latinoamericanas han impuesto el término “feminicidio” para subrayar que se mata a las mujeres sólo por el hecho de serlo; son crímenes en que hombres las matan simplemente porque se creen superiores y con el derecho de decidir sobre sus vidas. Ofrecemos aquí una panorámica de la situación del feminicidio en algunos países de América Latina y las medidas que los Estados están tomando para erradicarla.

Argentina

Al grito de #NiUnaMenos, la consiga que se viralizó en las redes sociales, cientos de miles de personas se movilizaron el 3 de junio pasado en ciudades de todo el país -y de los vecinos, como Chile y Uruguay- para exigir el fin de la violencia machista. La convocatoria se fraguó tras la muerte de Chiara, una adolescente embarazada que apareció enterrada en el patio de la casa de su novio. Las mujeres argentinas han dicho basta. Un grupo de periodistas convocó la marcha y realizó un listado de víctimas de la violencia machista: en 48 horas documentaron 600 muertes, muchas de ellas olvidadas por el Estado, sobre todo en el caso de prostitutas y transexuales.
Su principal reclamo es que el Estado cumpla su parte: que investigue, documente, sancione, encarcele; las leyes, denuncian los colectivos feministas, existen, pero no se cumplen o no lo hacen con la prontitud y diligencia que se requiere: 300 mujeres al año mueren en Argntina por violencia machista. El documento leído en la marcha Ni Una Menos incluyó la implementación del Plan Nacional de Acción para la Prevención Asistencia y erradicación de la violencia contra las mujeres que está en la Ley 26.485 de protección integral a las mujeres víctimas de violencia.”Pedimos que se cumpla integralmente, que haya monitoreo y presupuesto para todo lo que se hace”, expresaron las manifestantes.
Ante todo, los grupos feministas que convocaron Ni Una Menos saben que, como señala la periodista y activista Claudia Acuña, “lo importante comienza el día siguiente a la marcha”, y supone reflexionar sobre los modos en que se reproduce la violencia patriarcal en todas las esferas de la vida. Como expresó la diputada porteña Gabriela Alegre, el hecho de que las leyes no hayan puesto coto a la violencia machista prueba que “no alcanza con la legislación ni con penalizar, sino que hay que afrontar un cambio cultural y apuntar a la educación”.

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