En
efecto, según cifras oficiales del gobierno español, citadas hoy por L'Economiste, que cubren los últimos días
de julio pasado, son unos 192 812 marroquíes que están afiliados a la
seguridad social en el país vecino.
De
esta forma los marroquíes, según un comunicado del ministerio español de
Trabajo y de Seguridad social, conservan la primera posición entre los
trabajadores extranjeros extra comunitarios afiliados a la seguridad social en España,
seguido de los chinos con 93 853 personas, los ecuatorianos con 73 536 y los bolivianos con 58 96
trabajadores.
De
hecho Marruecos se distingue, de lejos por el número de sus súbditos afincados
en España en comparación con los países musulmanes, árabes y africanos. Lo que,
en principio debía y no lo ha hecho ni parece que vaya a hacerlo, atraer
particularmente la atención de los responsables marroquíes.
Más
de 192 000 marroquíes afiliados a la seguridad social del país huésped, en
este caso España debe constituir una ilustración de la disciplina y de la perfecta
integración en la sociedad acogedora y una adaptación a las leyes y a las
normas sociales y jurídicas del país donde viven., tanto más que ocupan el
frente de las colonias extranjeras en España fuera de los comunitarios,
incluidos los latinoamericanos con múltiples afinidades de toda índole con España.
La
importancia para España, pero también para Marruecos aunque acostumbrado a
vivir de espaldas a este tipo de datos más que reveladores del presente y del
futuro de las relaciones bilaterales, en este caso en el ámbito laboral, es
evidente, y que debe reflejarse positivamente sobre otros dominios de cooperación
o de trato entre los dos países vecinos.
En España,
como en Cataluña, por ejemplo más de un alcalde ha reconocido, expresando
incluso algunos de ellos su gratitud, la armoniosa integridad de la colonia marroquí
en el tejido social de la provincia o del país, erigiéndose para algunos de
ellos al rango de ejemplo.
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