El calor estival parece haber
impulsado relativamente la atractividad del destino Marruecos.
El turismo nacional estaba,
como en el resto de los países con vocación turística en crisis. En lo que
llevamos de verano parece que la función turística ha conocido un espectacular
punto de inflexión.
En efecto, pese a un contexto competitivo
exacerbado y después de meses de poca actividad hay signos positivos en algunos
destinos claves como Agadir con un crecimiento a finales de julio pasado de 28%
de los flujos de turistas internacionales.
La oficina nacional marroquí
de turismo (ONMT) apuesta por la afluencia extranjera, pero, el crecimiento de
Agadir y de otros destinos como Tánger, Tetuán, Marrakech o Fez (Ifran) se debe
en gran medida al turismo nacional.
En la costa tetuani, por
ejemplo, la estancia en una residencia media giraba en torno a los 1300 hasta
1500. En algunas semi-lujosas alcanzaba los 1800 hasta 2000. Sin embargo, desde
el fin del sagrado mes de Ramadán hasta ahora hay llenos y completos. En Agadir
estos precios rozan los 3 000 Dh/día.
No es fácil encontrar en el
litoral tetuani donde pasarse unos días de vacaciones o bien por los llenos o
bien por los precios absolutamente inaccesibles.
Buena noticia para los profesionales
del turismo nacional aunque poca importancia dan a los nacionales que, a estos
precios, podrían encontrar mucho mejor en algunos países europeos como España o
Italia e incluso Grecia.
Afortunadamente hay visados y
la dificultad de obtenerlos, especialmente en el verano (junio, julio y agosto),
sino pocos marroquíes pagarían estos precios en Agadir o en Tetuán a cambio de
los servicios prestados en estas ciudades.
De hecho pese a estas
dificultades en la obtención de visados en 7 anos consecutivos son los marroquíes
que salvan la temporada turística en Costa del Sol (Andalucía-España), pero
pagando mucho menos que en Tetuán o Tánger.
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