Las elecciones son, en gran
parte, los medios y e gran medida los apoyos y contribuciones de algunos
medios.
La actual campaña electoral no
refleja paradójicamente estas realidades… electorales como si los juegos están
hechos y a juzgar por la psicología del rumor que algunos partidos políticos
han elegido como estrategia electoral, estos es verdad: o ellos o el caos. ¿Prueba?
Su cobertura del mapa electoral nacional, las facilidades con que “cuentan” y
la ilusión de que las próximas elecciones a pesar de su carácter estrictamente comunal
y regional, van a cambiar los datos y detalles de la ecuación política en el país.
No obstante, lejos de suscitar
algún entusiasmo, como lo hacen todos los cambios, esta manera de actuar esta
costando muy caro a la vida política en Marruecos: nunca en toda la historia electoral
del país ha habido menos interés y más indiferencia ante el hecho electoral. Nadie
ve, nadie escucha. A nadie le interesa lo que van a decir estos señores políticos.
Parece que los marroquíes tienen otras pastas que hojaldrar. Y es grave. El país
está dormido. Un amigo español que acaba de llegar a Marruecos (hace dos días)
me expreso su asombro ante tanta indiferencia pese a que “el rey dijo que estas
elecciones van a ser decisivas para el futuro de Maruecos”.
Si… a condición que sean transparentes
y limpias.
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