En su discurso del Trono con
motivo del 16 aniversario de su acceso al trono, el rey Mohamed VI ha indicado
que “Marruecos no permitirá jamás que se usurpe su soberanía y su integridad territorial
ni tolerara ningún atentado contra sus instituciones o a la dignidad de sus
ciudadanos”.
Tomen nota…
“En lo que concierne al rigor,
Marruecos, dijo el soberano, en tanto que socio responsable y fiel a sus
compromisos internacionales no escatimará esfuerzos alguno para defender sus
intereses superiores”.
O sea: que tampoco escatimara
esfuerzo alguno para velar por los legítimos intereses de los demás.
De tal modo que “los
desarrollos en la cuestión del Sahara han demostrado lo justo de nuestra posición
a nivel de Naciones Unidas y la sinceridad de nuestras orientaciones a nivel
nacional”.
Es decir: que contamos con
nosotros mismos… y la justicia y el derecho internacionales.
Pero “esto no significa que
hemos clausurado este expediente. Al contrario, advirtió el monarca, cada uno
debe permanecer vigilante y movilizado para hacer frente a las maniobras de los
adversarios y oponerse a todo extravío que pueda producirse en el proceso de arreglo
de la ONU.
El rey precisó al respecto que
“será lanzara, por la gracia de Dios, la puesta en marcha de la regionalización
avanzada y el modelo de desarrollo de las provincias del Sur del Reino”.
Porque (eso lo decimos
nosotros) la solución depende de nosotros y de nadie más y porque no es que se
haya presentado una propuesta de amplia autonomía en el Sahara, sino es la única.
“Si la política interior de
nuestro país tiene por vocación esencial servir al ciudadano, su política
exterior tiende, a su vez, a estar al servicio de los intereses superiores de
la nación”.
Así fue el discurso real del
Trono este año: 2015… sobre el Sahara, así será el año próximo y así será
siempre…
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