De nuevo y tras una “buena” temporada en hibernación a causa de la falta de
argumentos para defender el robo y la malversación de la ayuda humanitaria internacional
por sus amigos del Polisario la “sahrauizada” Kerry Kennedy vuelve a la
palestra, esta vez como llorona en las páginas del británico “The Guardian”.
“Marruecos ha presionado a Naciones Unidas para ignorar el Sahara
Occidental”… marroquí, dijo la militante sahrauizada ante el asombro y la ironía
de los redactores del muy serio diario británico.
Y nosotros que no sabíamos que el reino de Marruecos superaba a todas las súper-potencias,
pudiendo presionar al organismo mundial.
En todo caso… Repitámoslo de nuevo.
Se equivocan/se equivocaron quienes entre los arquitectos de la política
exterior marroquí siguen creyendo en imaginarias alianzas estratégicas. Desde
el fin de la guerra fría y con el comienzo de la paz caliente no existen más
que intereses estratégicos.
Escuchar lágrimas de cocodrilo de alguien de la “dinastía” demócrata americana
no es ningún precedente. El precedente, seria la postura oficial estadounidense
respecto a Marruecos, que por mil razones, la mayoría de las cuales por
intereses propios, ha sido y va a seguir siendo constante y coherente.
Los sobresaltos epilépticos de una política exterior de un súper “aliado”
permeable a favores familiares o a miembros de ilustres demócratas, eso sí, producían
un sentimiento de inseguridad y de allí de injusticia.
Pero, luego todo entró en orden… todo quedo en un susto y Kerry Kennedy lo
sabe por el desenlace de su retícula e inútil campaña anti-marroquí
recientemente ante el Consejo de seguridad de la ONU
Intereses estratégicos y…punto. Marruecos puede y debe cambiar el rumbo, el
ritmo y la dirección de toda profanación a sus causas sagradas como la
integridad territorial y para ello dispone de mil maneras, de incontables retos
y de infinitas estrategias, la primera de las cuales puede ser la de optar por más
independencia en su política exterior para con problemas que afectan a otros,
luego ver sus intereses antes que los de los demás y obrar en función de las
posturas y no de los deseos y de las miras de los demás.
En efecto, desde que John Kerry asume la responsabilidad de la política
exterior de Estados Unidos, no pasa día sin que
la acrobática Kerry Kennedy (al igual que el resto de la administración
demócrata) irrumpiera con grupos de saharauis y sahrauizados con decenas de
informes todos preparados, exhaustivamente elaborados y minuciosamente
adaptados en Argel o en Tinduf (como sucedió con el más que equitativo juicio
de los asesinos de Addam Izek en Rabat), en el departamento de estado
manteniendo múltiples sesiones de trabajo y de audición con los principales y
más próximos colaboradores del Sr. Kerry.
Ninguno del otro lado. ¡Derechos humanos… ¡ cuanta desfachatez se comete en
tu nombre!
No obstante, ni Kerry Kennedy ni su amigo Javier Bardem ni los “amigos” y
“amiguitos” de ésta y de aquél logran explicar tanta miopía marroquí cuando, la
diplomacia marroquí se niega a hacer uso del mejor joker para la defensa de
derechos humanos en el Sahara y en todo Marruecos: Aminatu Haidar.
¿Puede existir en Tinduf, en Argelia, en España o en Estados Unidos o en Cochabamba un ciudadano (o en femenino)
una “ciudadana” que se pasa su vida y su tiempo con fondos del contribuyente
marroquí recurriendo capitales, organismos e instituciones internacionales con
pasaporte de Marruecos reclamando en voz alta, su condena, su ruina y la
fortuna de sus adversarios?
Y cuando termina ¡colmo de tolerancia o de imbecilidad! regresa
tranquilamente a reanudar su “militante” vida en su Layun de…adopción.
Que se lo pregunten a un tal Arnaldo Otegi Mondragón o a los
miles de americanos de pura cepa que por, no profanar la dignidad americana,
sino simplemente erigirse contra el lobby sionista en estados Unidos fueron
desterrados cuando no detenidos y condenados a duras penas de prisión.
Marruecos tiene sus amigos, tiene sus medios y sobre todo sus maneras y su
patrimonio (legado). Todo análisis de la actual situación resultaría
mortalmente prematuro. Marruecos necesita a Estados Unidos pero también Estados
Unidos necesitan a Marruecos pero nunca se necesita a alguien tanto como para
permitirle robar lustros de esfuerzos, sacrificios, tolerancia, paciencia y esperanza. Se exige más
clarividencia que nunca, más claridad en
las visiones y más acierto en el momento de actuar.
Seria superfluo recordar que la corrección del tiro ahora depende única y
exclusivamente de Marruecos y más exactamente de los marroquíes y de ningún
“aliado” por más aliado que lo consideremos.
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