El hombre era excepcional.
Excepcional era la asistencia esta tarde del domingo 26-7 a su entierro en el
cementerio de Ashuhada’a (mártires). Él lo es. Es mártir. Había consagrado su
vida y su muerte (cuentan que ha
( Foto: Mokhtar Gharbi)
dejado muchos escritos inéditos) al trabajo,
al país, al partido, a los ideales, a los valores morales y religiosos y a sus
amigos que eran todos: con los que compartía idea y opinión y con los que
discrepaba en todo.
Por ello, esta tarde en el
cementerio habíae todo el país, de todas las sensibilidades políticas,
culturales y hasta deportivas. De su Tetuán natal, pero también de Layun,
Dakhla, Tarudant o Marrakech. Una asistencia que ilustraba su multifacético forma
de ser.
Él no se fue. Quedará entre
nosotros los que le hemos conocido, comprendido, querido y admirado. Nos
quedaremos con sus brillantes ideas, su sin par clarividencia y su inagotable
amor y cariño hacia todos y todo.
Él era así… le gustaba
respetar, amar, apreciar y elogiar. Era, desde el comienzo de su carrera periodístico-política-cultural,
muchos lo decíamos: era una especie rara en vías de extinción.
Afortunadamente dejo su huella…
su profunda huella en forma de líneas, de ideas, de concepciones, de
orientaciones y de frases a que solo él le podía ocurrir.
Su sonrisa era leyenda… su
humor un placer y su nobleza una antorcha.
Nos enorgullecemos de haberte acompañado
hasta tu última morada y nos quedamos hasta que tu imagen se convirtió en
recuerdo… grato e inolvidable recuerdo
Duerme en paz, Si Larbi, duerme
en paz, amigo, duerme en paz, maestro.... que nunca, hamàs olvidaremos la leccion... tu leccion.
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