Señalémoslo de entrada. Vamos a hablar de Marruecos no de Somalia ni de Burundi: Unos 30 embajadores no han recibido sus sueldos desde hace
meses. Pero, habida cuenta de su función de representación de Marruecos en los países de acogida, les un poco más que delicado protestar abiertamente contra esta “negligencia” sin precedentes en la historia diplomática marroquí.
De manera se observa una
degradación en la gestión de los sueldos y salarios de los personales del
Estado.
A pesar de todos los esfuerzos
desplegados para determinar las responsabilidades en esta lamentable y
vergonzosa situación si es del ministerio de Finanzas y su Pagaduría principal
de remuneraciones ( ex Doti, ex Drpp) o bien del Ministerio de asuntos
exteriores cuyo titular, como todo el mundo sabe es un ex ministro de finanzas,
lo cierto es que 20 embajadores (quizás más) no cobran y nadie les dijo por qué
ni cuando lo puedan hacer.
Triste noticia, no solo para
los “pobres” embajadores, sino para todos los que aman este país y le desean
todo el bienestar y la prosperidad del mundo.
Si lo hacen con embajadores ¿Como
se comportarían con los marroquíes “de a pie”?
Por falso “amor” a la patria hubiéramos
podido pasar por alto la noticia. ¿Embajadores que no cobran? ¡Qué vergüenza! Pero
preferimos que cada uno asuma sus responsabilidades y que parecidas formas de
actuar constituyen un auténtico atentado contra la dignidad y la grandeza del país.
¿Cómo pueden seguir teniendo
ganas no de defender al país, sino de representarlo?
Sabíamos que nuestro país es
ingrato, pero no hasta este punto.
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