En voz alta: Como en un video de « Dae’sh »: Atacan con sables y bombas lacrimógenas a bañistas en una playa de Al Husseima
Era una escena digna de una película
del realizador británico Alfred
Hitchcock. Solo que, en vez de suspense, había repugnancia: 8 individuos con pasamontañas,
armados con sables y bombas lacrimógenas por poco iban a causar una tragedia en
la playa de Dar El Kebdani en el Husseima… afortunadamente elementos de la gendarmería
real no estaban muy lejos.
En efecto, los bañistas en
esta playa han vivido el lunes pasado en esta playa de Dar El Kebdani, en la prefectura
de Driuuch, situada en la carretera costera entre Al Husseima y Nador un día
aterrorizador.
Los que han asistido a la
escena no parecen dispuestos a olvidar a los 8 individuos que bajan de un
vehiculo con sus armas exactamente como en los siniestros videos de “Dae’sh” y
se dirigen a los bañistas, que perplejos no sabían si era realidad o sueño.
La rápida intervención de la gendarmería
rea, segun Al Ahdaz al Magrebia citada por "Le360" ha evitado lo pero, procediendo al arresto de dos de los atacantes, que según
los primeros elementos de la investigación están sin relación con las
organizaciones terroristas internacionales.
El problema aquí no es la
providencial intervención de la gendarmería real ni de la seguridad garantizada
allí y en todo el país, sino en la emergencia de este tipo de sucesos, cuyo
efecto e impacto no se limita a los elogios de las fuerzas de seguridad, sino
se extiende al campo de turismo e
incluso de las inversiones extranjeras.
Esto no es, no debe ser, ni
Siria ni Irak ni Libia ni el Yemen y debe seguir lo que ha sido hasta ahora. La
moda “Dae’sh” debe desaparecer y no hay otro remedio milagroso que la autoridad
del Estado, sumiendo rigurosamente la responsabilidad, que es exclusivamente
suya, de garantizar la protección y la seguridad de los ciudadanos y de sus
bienes.
Los excesos registrados desde
hace unas semanas en este sentido deben cesar y los poderes públicos saben, por
una parte, lo que se debe hacer y lo que nos pueden costar a todos, por otra.
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