El presidente argelino
Abdelaziz Bouteflika ha efectuado modificaciones al frente de los tres cargos
claves del ejército: contra-espionaje, seguridad presidencial y la guardia
republicana.
Una semana después del ataque
de AQMI que había costado la vida a 11 soldados del ejército argelino, el
presidente Bouteflika decide drásticos cambios al más alto nivel del ejército
argelino en las muy sensibles funciones de la seguridad interior y la seguridad
del propio jefe de Estado.
Los patronos del contra-espionaje,
de la seguridad presidencial y de la guardia republicana; todos con el grado de
general-mayor, fueron cambiados.
En Argel nadie quiere comentar
los cambios ni siquiera so se trata de una sanción o una jubilación.
En Argelia solo El Watan “se
ha atrevido” a dar explicaciones al respecto. Según él, los cambios se deben a lo
que llama “errores” y “negligencias”. Un “accidente se habrá producido la
semana pasada, escribe el rotativo argelino, dos agentes encargados de la
seguridad presidencial dispararon por ‘negligencia’, provocando un pánico
general en la residencia de Serradla (oeste de la capital argelina) donde se
descansa el Jefe de estado.
Reelegido para un cuarto
mandato en abril del 2014, Bouteflika efectuó importantes cambios en el seno
del departamento de la inteligencia y la seguridad (DRS auténtico Estado dentro
de Estado que se encarga de los expedientes estatales más sensibles de Argelia
como el del Sahara Occidental marroquí) en septiembre del 2013.
Algunos observadores en Argel
no ocultan su escepticismo en cuanto a las explicaciones de “El Watan”, próxima
a la institución militar argelina, formulando sospechas de una devastadora
guerra de clanes en el seno del ejercito argelino.
Según estos observadores, a
falta de la transparencia e cuanto a las precisiones y explicaciones oficiales
al respecto, los cambios en los tres mandos operados por el primer mandatario podrían
constituir el comienzo de una convulsión en el seno de la institución militar.
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