Cuba/EEUU: La bandera cubana ondea en Washington

En lo que es visto como nueva etapa concreta del histórico deshielo entre ambos, 50 años de frío (casi helada) diplomático, Estados Unidos y Cuba han abierto oficialmente sus embajadas en sus respectivas capitales: La Habana y Washington.

Los edificios de las secciones de interés en cada capital han vuelto a encontrar automáticamente su estatuto de embajada el lunes pasado hacia 00H01 (locales) (las 6H de Marruecos).

Pocas horas después de la reapertura de la embajada cubana en la capital federal americana, el canciller cubano Bruno Rodríguez se trasladó al departamento de Estado donde se entrevistó en medio de una prolongada aunque visiblemente artificial y muchos flashs, destinada para el consumo local, con su homologo estadounidense John Kerry con el que evoco los temas relaciones con este acercamiento.

Durante la posterior rueda de prensa, Rodríguez insto al fin del embargo económico contra Cuba y pidió la restitución “del territorio ocupado ilegalmente” de la base americana de Guantánamo, respondiendo Kerry que la administración Barack Obama deseaba ver “rápidamente” el levantamiento del embargo impuesto a la isla caribeña desde 1962, sin olvidar de precisar que “por ahora no hay intención americana de alterar el tratado de alquiler de la base de Guantánamo” … y su horrible prisión militar que lleva el mismo y humillante para Cuba, nombre.

Kerry, que se expresaba en español se ha felicitado, eso si, de lo que ha llamado “comienzo de esta nueva relación con el pueblo y el gobierno de Cuba” pero volviendo a hablar en inglés dijo que este acercamiento no significa “el fin de las múltiples divergencias entre nosotros (Cuba y EEUU)”. La normalización entre ambos, puntualizó el secretario de Estado norteamericano, “promete ser larga y compleja”.

Las relaciones diplomáticas entre los dos países fueron rotas en 1961, conviniendo en 1977 (Fidel Castro y Jimmy Carter) abrir secciones de interés en los antiguos locales de las respectivas embajadas, consagradas esencialmente a asuntos consulares.

Además del levantamiento del criminal embargo y la legitima restitución del Guantánamo los miles de millones de dólares a titulo de indemnización reclamadas por los americanos expropiados de Cuba durante el triunfo de la revolución, la extradición de los fugitivos refugiados en Cuba y buscado por la justicia americana, constituyen los primeros problemas que los dos cancilleres deben resolver.