La Liga mohammadi de ulemas de Marruecos ha optado, en tanto que
uno de sus principales objetivos, oponerse a la fuerte presencia de Dae’sh en
las redes sociales. Su concretización sobre el terreno pasa necesariamente por
una formación de predicadores y morchidat (orientadoras) para una adecuación de
sus competencias.
En efecto, según “Yabiladi”, la Liga ha recorrido a expertos
internacionales y árabes, incluidos los americanos para prodigar sus consejos a
la nueva generación de religiosos marroquíes sobre los medios idóneos de
contrarrestar el discurso extremista en el net.
Akhbar al Yaum señala hoy que los beneficiarios
de los cursos deben abrirse hacia facebook y Twitter donde los mercenarios del
llamado “Estado islámico” son muy activos, debiendo intervenir para comentar
los mensajes y las grabaciones video de los radicales del EI y demostrarles con
el apoyo de pruebas cabales del Corán y de la Sunna ( conducta del profeta (SAS)) lo erróneo en
donde están. Se trata de un Islam moderado que ha decidido recuperar el tiempo
perdido y dejado a los extremistas y a los terroristas y los promotores del
Islam radical.
Presidida por Ahmed Abbadi, la Liga ha con fiado la realización
de este objetivo a religiosos formados en las universidades y no a maestros de
la enseñanza fundamenta prodigada en las mezquitas y en algunas escuelas tradicionales
dependientes de la tutela del departamento de Habas y asuntos islámicos.
Un esfuerzo que ha sido precedido por cursos de aprendizaje
de la lengua francesa e inglesa en beneficio de sus miembros.
Estas sesiones se enmarcan en un rico programa establecido
por esta instancia. De tal modo que los días 9 y 10 del actual, la Liga recibió un seminario
sobre el conocimiento y la ideología con la participación de 13 religiosos de
diferentes países árabes y musulmanes.
La Liga mohammadi de Ulemas de Marruecos no está bajo tutela del
ministerio de Habas y asuntos islámicos sino depende del propio rey Mohamed VI.
Su creación data de febrero del 2006. Su campo de acción es exclusivamente
cultural, dejando la Fatua
al Consejo superior de ulemas.
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