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Marruecos/rejuvenecimiento de la familia política: ¿Y se limitan la edad para las candidaturas electorales?
“La juventud sufre de un
déficit de representación en el seno mismo de instancias llamadas
representativas. La edad media de un diputado elegido en junio del 2012 es de
54 años y 7 meses, la de un senador de
61 años y 9 meses.
Este atestado no concierne a
Marruecos aunque le parezca como una gota de agua. Se trata de un informe de
“France stratégie” entregado el lunes pasado al ministro francés de ciudad,
juventud y deportes que, señala, entre muchas otras cosas que “signos fuertes
pueden ser dirigidos para rejuvenecer a los responsables políticos”.
La verdad es que esto parece
más, aunque no lo es, que un guiño hacia Marruecos y sus instituciones que una
simple constatación en un informe normal.
Una de las medidas que propone
el citado informe consistiría en “prohibir las candidaturas para un mandato
electivo de los de más de 70 anos, inspirándose de la edad de la jubilación
existente en la tanto en el sector publico como en el privado”.
Efectivamente, todo llega o,
por lo menos, debe llegar a la edad de jubilación, abriendo paso a los relevos.
Es o debe ser el eterno secreto de la vida.
Ahora si, como lo preconiza el
informe francés “una excepción podría ser prevista cuando se trate de la
primera candidatura”.
La primera y no la
quincuagésima novena…
El informe es categórico: “La
fijación de una edad limite puede aparecer necesaria para la renovación de la
clase política, habida cuenta de que los ciudadanos votan por las candidaturas,
pero no las eligen”. Dicho con otras palabras” el sistema de investidura de
partidos políticos a la no-renovación de la clase política”, critican los
autores de dicho informe.
Con una edad limite para las
candidaturas electorales, sobre todo para el Parlamento con sus dos cámaras, evitaríamos
decenas de horas de sueno en el hemiciclo y centenares reausencias a causa de
la avanzada edad.
En política, como en gastronomía
la nueva sangre impulsa la creación y la creatividad.
Los franceses dicen
“comparaison n’est pas raison” (“comparación no es razón”. No obstante, el
informe francés debe dar ideas a los marroquíes que necesitan acuciantemente un
rejuvenecimiento de su familia política.
Allí tenemos el mejor ejemplo
en el nuevo director general de la
Seguridad nacional, Abdellatif Hammouchi, un joven alto
funcionario que honoro su función, honora al país y honora a los marroquíes.
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