En estados Unidos, el Pentágono
ha confirmado que el jefe terrorista Mokhtar Belmokhtar ha sido blanco de una incursión
aérea americana pero no ha certificado su muerte.
Por su parte el gobierno libio
(uno del montón) afirmaba esta mañana
que Belmokhtar resulto muerto durante la noche del domingo 14 de junio.
Vinculado a Al Qaida y cerebro
gris de la sangrienta toma de rehenes en el sitio de gas argelino de In Amenas
en el 2013, el terrorista presuntamente matado lo fue en una granja (…) en
Ajdabiya a unos 160 Klm al oeste de Benghazi, capital del Este libio, cuando
celebraba una reunión con otros jefes terroristas, entre ellos los de Ansar
Acharia.
No es esta la primera vez en
que se anuncia su muerte. En abril del 2013 todo el mundo lo daba por muerto en
Chad hasta reivindicar poco después del anuncio de su muerte un
atentado-suicida en el Níger en mayo del mismo año que había causado unos 20
muertos. Era su peculiar manera de desmentir su muerte.
Ahora, a juzgar por las
fuentes americanas (del Pentágono) y sus aliados libios, parece que el veterano
terrorista fue, efectivamente matado aunque las reservas americanas aconsejan más
paciencia. En efecto, el Pentágono ha anunciado más de una vez su muerte así
como la del jefe de Dae’sh, Abi Bakr Al-Bagdadi.
Esperemos realmente que esta
vez Mokhtar Belmokhtrar haya sido alcanzado por los misiles americanos, porque
de no ser así, vamos a tener que deplorar otro atentado suicida como el del Níger
en el 2013 para desmentir su muerte.
Así son los terroristas y así
es su desprecio a la vida humana y los principios morales y religiosos. Por
ello, llámese Al Qaida, Nusra, Dae’sh o oposición siria moderada, el terrorismo
es uno e indivisible y sobrevive gracias a extrañas concepciones y catálogos en
función de intereses económicos o geopolítico.
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