Francia, Sant-Quentín-Fallavierl y la “De san Quintín” No, para acabar con el “islamismo” no se debe matar a los musulmanes
A raíz del ataque de Sant-Quentín-Fallavierl
el Colectivo contra la islamofobia en Francia ha publicado un comunicado
calificado por la mayoría de la prensa francesa de “controvertido”. ¿Por qué?
porque estima que “el verdadero peligro reside en el lado de los que utilizan
estos acontecimientos para avivar el odio contra una parte de la población (musulmanes)”.
Simultáneamente, en un mitin
en Persignan, la presidenta del ultra racista Frente Nacional ha presentado sus
propuestas para reaccionar al atentado terrorista en Isére. Marine Le Pen pide “el
cierre de las mezquitas saladitas” en Francia.
Fiel a su identidad política e
ideológica, con su nueva “propuesta” la jefa del FN no ha sorprendido a nadie
ni en Francia ni fuera de ella. Menos mal que no ha reclamado que “para acabar
con el ‘islamismo’ matemos a los musulmanes”.
Pero el FN no es, cuando se
trata del Islam y de los musulmanes, ni el más racista ni el menos tolerable. En
la prensa francesa de hoy, todas las tendencias confundidas hay una rabiosa
campana, no contra lo que llama “islamismo” sino explícitamente contra el Islam
y los musulmanes.
De este modo para Louis
Manaranche (en Le Figaro) “la incapacidad de Francia de transmitir una herencia
y una identidad propias la hace vulnerable al terrorismo”.
Lo que no se atrevió a decir
Le Pen lo dijo Manarcanche.
Pero acordemos a César lo que
le pertenece: Si es verdad, porque resulta cuando menos enigmático como pueblos
tan musulmanes como los marroquíes, argelinos, tunecinos, senegaleses etc. han
podido aceptar un colonialismo francés, a su vez colonizado y bajo las botas
alemanas. Oprimía en Rabat, Argel, Túnez o Dakar cuando era oprimido en Paris Lyón
o Marsella. Sigamos…
Para el “profeta” Thibalut de
Montbrial “ningún lugar del territorio (francés’ está al abrigo”.
Y como colofón porque esto da
asco: Asimismo en FIGAROVOX/TRIBUNE
aunque en el resto de la prensa gala las opiniones, criterios y análisis no van
en sentido inverso: François Hollande ha declarado que el atentado de Isére era
“de naturaleza terrorista”. Para Marc Crapez el presidente ha querido exonerar
demasiado al Islam moderado de toda proximidad con el islamismo. Se conforta el
“fatalismo musulmán”.
En otro lugar del mismo rotativo Pascal Bruckner afirma que “el Islam
radical ha declarado la guerra a Europa”.
De manera directa…. Explicita,
cabal y elocuente: “El fatalismo musulmán”. Esta vez no se juega con los términos
y las palabras, no es su “islamismo” sino musulmán.
De hecho ¿En qué otro lugar de
Europa ha habido atentados “islamistas”?
No importa. Todos los
argumentos son válidos, cuando se ve que su agente e instrumento para sembrar
la “fitna” (sedición) entre los musulmanes, mejor ocuparse del asunto
personalmente.
Escuchen esto: “Atentados en
Toulouse en el 2012, Charlie Hebdo y en el Hiper Cacher a comienzos del 2015 y más
recientemente contra la fabrica Air-Productis de Saint-Quentin-Fallavier”. Quien
nos lo recuerda es, esta vez, L’Express, para la cual “Francia es diana
privilegiada de los ‘yuhadistas’ se debe a su compromiso contra Dae’sh”.
A primera vista esto parece
surrealista e incluso, venido de una publicación de un país que se autodefine
como modelo y ejemplo de la libertad y la democracia, insultante. ¿Francia
combate a Dae’sh? ¿Desde cuando, por qué y como? ¿Cuál es la posición de Paris
respecto a los grupos terroristas en Siria? O mejor aun: ¿Qué papel ha desempeñado
el régimen francés en la actual “marimorena” Libia?
No… no respondan por favor…
que no hace falta.
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