Desde la llegada de la selección
israelí de fútbol, centenares de hinchas bosnios bajaron a las calles de la
capital Sarajevo decididos reservar a los israelíes una ‘”inolvidable” acogida
y así fue… Ante el hotel Zenic donde se hospedaban los jugadores de la entidad
sionista en espera del partido, surgieron verdaderas revueltas.
Entre granadas de humo y “misiles”
de señalización, los israelíes no parecían los bienvenidos. La policía bosnia
se ha visto en la obligación de escoltar a los jugadores israelíes del hotel
hasta el estadio.
Pero esto no ha podido frenar
el ímpetu de los bosnios indignados que desplegaron un a enorme bandera israelí
para que sea pisoteada antes de continuar con su gala, gritando muy fuerte “Palestina,
Palestina, Palestina”.
Lo que parece haber tenido su
efecto sobre el resultado ya que los locales vencieron a Israel por 3-1.
Más allá de este resultado e
independientemente de la imagen de los victimarios israelíes en el mundo musulmán,
el “recibimiento” reservado ayer a la selección israelí en Bosnia muestra que a
pesar del desmembramiento y el extravío de la mayoría de los países árabes,
miembros de la Liga
árabe, otros países, más árabes y más musulmanes que éstos no parecen permeables a apetitos económicos o geopolíticos
como muchos países árabes.
Por otra parte, la “acogida”
muestra cabalmente que no hay otra solución que dejar de masacrar al pueblo
palestino y expresar la disponibilidad de aceptar la solución de dos Estados y
la convivencia con los vecinos y verdaderos propietarios del sacro suelo,
porque, tarde o temprano los que tratan publica o hipócrita y discretamente con
Israel se darán cuenta, se avergonzaran y volverán al atavismo realista.
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