La verdad es que, para muchos, dentro de Francia y fuera de ellos la sensacional y gravísima revelación no ha sorprendido. Los que conocen la naturaleza del régimen político en Estados Unidos saben pertinentemente que, como subrayan ahora muchas voces en Francia, Estados Unidos ni es aliado ni es amigo, una buena lección para algunos países árabes que se vanaglorian de ser aliados y amigos de Washington.
Lo hemos dicho más de una vez
y los hechos lo corroboran, desde el fin de la guerra fría y del comienzo de la
paz caliente, para estados Unidos han dejado de existir nociones como “alianza”,
“amistad” e incluso “colaboración”. Para Washington no existen ni amigos ni
enemigos, sino solo intereses. Las alianzas estratégicas han desaparecido para
ceder su lugar a intereses estratégicos.
Los hechos :
Una serie de documentos
publicados por Wikileaks revelan que tres presidentes franceses sucesivos y sus
próximos colaboradores fueron espionados entre, por lo menos, el 2006 hasta el
2012, justo tras la instalación del actual presidente François Hollande en el
Eliseo.
Se trataba de, Jacques
Chirac, Nicolas Sarkozy, y François Hollande.
Los 5 informes de análisis
publicados por Wikileaks y algunos órganos de prensa como Liberation están (o estaban) clasificados
como “Top-Secret”.
Así que, por primera vez, un
diario, en este caso Liberation publica la prueba irrefutable que Estados
Unidos ejercen, por lo menos, desde el 2002, su vigilancia del mundo hasta en
las conversaciones personales de presidentes de la República francesa, lo
que corrobora la tesis de que para Estados Unidos, a excepción de Israelí, todo
el resto es y no debería ser más que satélite.
Ni Francia ni otros aliados de
primera fila, en Europa, Asia o en África escapan a esta lógica estadounidense.
Por ahora en el marco de la
ola de indignación de la familia política y de la totalidad de los componentes
de la sociedad civil francesa y con ellas la comunidad mundial, el presidente
François Hollande ha solicitado la celebración de un Consejo de defensa para
hoy.
¿Para qué?
Por su parte Nicolas Sarkozy,
uno de los espiados denuncia lo que llama “inaceptables métodos, en regla
general y más particularmente entre aliados”.
No, no comprende. El ex
presidente y postulante de nuevo a la presidencia no parece evaluar, en su
justo valor la situación ni la coyuntura.
Con estas revelaciones y con
las que han precedido, las chancillerías árabes deben sacar las lecciones pertinentes
de quién es amigo y quién es realmente enemigo.
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