Como comentaba recientemente
« Yabiladi » « 14 años durante los cuales políticos,
intelectuales, periodistas y hombres de la comunicación se solidarizan para
cultivar el odio en los cerebros de los franceses. Después del código de la
vestimenta, las piscinas, los hospitales, se ha pasado a la comida Halal con
los restaurantes Quick y los menús de los restaurantes escolares.
Desde ahora
en adelante, incluso las recetas de cocina abstractamente “orientales” provocan
nauseas islamofobas”. Se refería a Marmitón y Le Fígaro (franceses) que han
tenido la “desgracia” de publicar recientemente, con ocasión del mes de
Ramadán recetas de cocina marroquí o más
ampliamente “oriental”, provocando la de San Quintín entre los anti-musulmanes
que ven en ello una amenaza contra la patria, un insulto a su identidad y un
atentado a los valores republicanos.
A los que “Yabiladi” llama
irónicamente “islamo-tajin” ven en la
publicación de recetas marroquíes u orientales una seria amenaza contra el país
y sus valores.
No cabe duda, la pretendida
defensa de laicidad se ha con vertido en Francia en un reflejo pavloviano (de
Pavlov) que acaba en una histeria colectiva en una mezcla centesimal entre
anti-islamismo, anti árabe y anti-negro. Tanto es así que los parientes de
alumnos de una escuela francesa han
considerado en una nota a la dirección de la escuela y a la prensa local, que
la canción de John Lenon cantada en árabe como una “amenaza islámica”.
Es que allí y en casi todo
Occidente ven la amenaza islámica por todos lados… una especie espejismo que se
ha convertido en regla y la realidad en excepción.
Afortunadamente en el mundo
árabe-musulmán seguimos prodigando la solidaridad entre todos, la amistad, la
convivencia pacifica y el derecho a... discrepar.
Amén…
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