No
hay mal que por bien no venga. El océano terrorista que nos ha creado
Occidente, a su frente Estados Unidos, nos ha hecho mucho daño…mucho dolor, pero
al final, este dolor y este sufrimiento son
los que van a unir a la nación musulmana. Desaparecerá como lo había
creado Dae’sh, quedándose el Islam… el verdadero, el clemente, el
misericordioso, el tolerante.
Entonces
distinguiremos nuestros amigos de nuestros enemigos, nuestros hermanos de los extraños,
los que han estado con nosotros y los que han estado en contra de nosotros. Será
otro día y otra era.
Dios Es Todopoderoso.
Han ensayado
todo. Han probado todo. “Dae’sh” es su ultimo intento y está fracasando o va a
fracasar como lo indica la dignidad que han mostrado las máximas autoridades kuwaitíes
a raíz del criminal atentado, perpetrado quizás por Dae’sh pero comanditado por
los que todos conocemos.
Ahora
parece que Dae’sh ejecuta a 25 prisioneros “para economizar lo que cuestan a la
economía” de la organización terrorista. Y no es porque, algunos de sus
proveedores han cesado de “contribuir”, sino, gracias a los ejércitos sirios e iraquí,
y desde el otro lado libanés, cada vez es más difícil hacer llegar los millones
de dólares que tanto hacen falta a una nación árabe donde la pobres y la
precariedad alcanzan dimensiones espeluznantes.
Se “equivoca”
Obama. No se va a necesitar 30 años para acabar con el flagelo daeshista. El
despertar árabe esta a la vuelta de la esquina. Y cuando comience, hasta los
satélites dejaran de serlo. Lo están dejando de serlo.
La
historia del mundo, como diría Gilles Munier, está hecha de pausas portadoras
de futuro y de conflictos sin fin. Nada, nunca es adquirido de antemano, sobre
todo la paz, pero al final siempre acaba por prevalecer la verdad y se deshiela
la impostura.
Esperemos
que sea pronto…
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