Antes era Aminatu Haidar,
manipulada hasta la médula, recorría el mundo insultando y reclamando
infructuosamente, sanciones contra su país, Marruecos y provocando la risa y la
ironía por donde esgrimía sus absurdos argumentos. Luego alguien, en alguna
capital occidental le preguntó que cuando termina sus alegatos contra Marruecos
a donde suele ir. “A mi casa”. ¿Dónde? “En Layun” ¿Y donde está Layun? “en
Marruecos” ¿y no le sucede nada? “No
vuelvo otra vez y otra vez y otra… lo que dice Argelia y su Polisario”.
Conclusión: no existe otro país
más tolerante hasta con sus vende-patrias y más democrático y respetuoso de
derechos humanos como el Marruecos que Haidar y compinches insultan.
Ahora está, más bien calmada,
calladita porque aun no se ha podido “inventar” una “explicación al robo de la
ayuda humanitaria a la pobre población de los campamentos de Tinduf que
constituye, dicho sea de paso, la peor violación de los derechos humanos.
Ahora traen a otra marioneta: menos hábil, más dócil e
infinitamente más papagayo: Takbar Hadi a la que lo único que le parece
interesar es cobrar y según sus familiares “aun no ha cobrado” lo que podría
arrojar su lote de sorpresas.
Otro rollo... otro cuento... otra chorrada.
Mientras tanto, los canarios y
con ellos todos los amantes de la paz y de la justicia se preguntan ¿Es que no
hay mujeres en los campamentos de Tinduf? ¿Por qué el Polisario recurre a
mujeres, ciudadanas del Reino de Marruecos, pero indómitas o indomitadas en su
propaganda de…guerra contra Marruecos?
No en el Polisario no puede
haber una Aminatu Haidar ni tampoco en Argelia. Las que, como la marroquí
Haidar, se habían atrevido a alzar la voz, no en los foros mundiales o en
organismos u organizaciones internacionales, sino simple e irracionalmente en
una Jaima en los campamentos, están en sus tumbas en tiendas de campaña con nombres
de ciudades del Sahara Occidental marroquí.
Si, hay mujeres en el
Polisario. La esposa del “presidente” vitalicio, ahora en desgracia después de
atreverse a pensar en voz alta en presencia argelina, es “ministra” de cultura
y no lo es por su cultura, sino simplemente porque es esposa de quien es, es
argelina y difícilmente llevarla como se lleva a Haidar o a Hadi porque el
mundo descubriría el carácter bilateral del conflicto saharaui: argelino-marroquí.
¡ hay otra manera! En Tinduf
la mujer está sin voz y para buscar una voz femenina, porque ello suscita la emoción
de los canarios y de parte de la izquierda, se debe buscar entre las marroquíes
porque son las únicas que pueden insultar, mentir, denunciar y difamar y volver
a sus casas en Marruecos.
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