Esta mañana era un cuartel
militar en Túnez, donde un tiroteo ha causado 4 muertos, entre ellos el
atacante y una decena de heridos. Hace tres días era un camión lleno de
explosivos que un sirio trataba de introducir en Marruecos desde Mauritania y
ayer y, prácticamente todos los días en Libia y Argelia se habla de ataques y
contraataques terroristas o de las fuerzas del orden para neutralizar a focos
terroristas.
Mas grave por ser difícil a
comprender: las investigaciones del ministerio saudita del interior han revelado
un proyecto terrorista tendente a dividir al país en cinco “emiratos”.
¿De qué estamos (están)
hablando? ¿Quién está detrás de este proyecto? ¿Dónde estaba al ser descubierto
por las autoridades saudíes?
Las preguntas no faltan, no así
las respuestas o por lo menos las adecuadas o pertinentes.
A pesar de ello más preguntas.
Una: ¿Quién está en el punto de mira de Dae’sh y quién no lo está y… porqué?
El jurista (fiscal) español
Javier Zaragoza tenía razón cuando afirmaba que “el terrorismo yihadista no
hace más que comenzar”. Y no podía hacerlo más horriblemente: en menos de 4
días ha conquistado lo que, en una guerra convencional, todos los ejércitos de
los países árabes juntos necesitarían un lustro para conquistar en Irak, Siria,
Yemen o Libia.
Ahora bien. ¿Qué puede
significar todo esto?
Sencilla y execrablemente que
Dae’sh y demás grupos terroristas en Siria e Irak (y demás países) está escapando a todo control. ¿De
quién? Se preguntarán Ustedes. De los que lo han
creado, mimado, armado, financiado, apoyado y lanzado contra lo que creían
“ejes del mal”.
No es más que el comienzo
porque el jefe del ministerio fiscal de la Audiencia nacional española, jurisdicción
encargada, especialmente de los asuntos del terrorismo, teme lo que llama “una
convergencia de Al Qaida y Dae’sh”. Lo que aun no parece el caso pero no
tardará en caso de dificultades que hasta ahora ninguno de las dos
organizaciones terroristas ha encontrado.
Por ahora y nada es previsible
en el movimiento de las coordenadas de la ecuación terrorista, Al Qaida y
Dae’sh, como lo subraya Zaragoza “emprenden caminos diferentes pero nada evita
que sean complementarios”.
Tanto en Siria como en Irak y
es lo que no parece comprender muchos, el avance de las hordas terroristas y
la, cada vez más real fundación de Estados terroristas con los medios de las ex
estructuras estatales, podría constituir un irreversible punto de no retorno.
Hoy aun es relativamente
posible. Mañana será imposible. Los que creen estar al amparo de las llamas del
terrorismo alucinan. Sin la cooperación de todos y sin abandonar las opciones
estratégicas y geopolíticas que han conducido a esta explosiva situación, no va
a ser posible hacer frente a esta lacra y a sus atrocidades.
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