Marruecos/Tortura: En espera del informe de la AI




Amnesty International lanza su nuevo informe sobre la tortura y otros malos tratamientos en Marruecos (2010-2014).
En documento será presentado el martes 16 del actual en Rabat, concurriendo al acto representantes de la secretaria internacional de AI (basada en Londres).
 stop torture
La publicación del informe interviene también en el marco de la campana mundial “Stop Torture”.
La verdad es que Amnesty International y sus incesantes razones de Estado en muchos países la han hecho perder gran parte de su credibilidad inicial.
El mundo está harto de los donantes de lecciones y la interpretación del derecho internacional y de la moral, conforme a los intereses estratégicos de algunas potencias y en virtud de sus respectivas legislaciones.
Marruecos no es, quizás, ejemplo de estos valores ni de estos cartabones de la libertad y derechos humanos. Pero nadie puede negar que figura entre los países que más y mejor pruebas haya dado en el curso de los últimos tiempos, de su voluntad política para, sino acabar con este flagelo que es la tortura, por lo menos paliarlo hasta extremos mínimos.
Ni es el momento ni espacio de evocar todas las medidas adoptadas y por adoptar, bastaría, como signo de explícito desmentido recordar que al patrón de contra-espionaje marroquí (DST), Abdellatif Hammouchi, recientemente ascendido a director general de la Dirección general de la seguridad nacional en su país (Marruecos) Francia y España le acordaron el grado de oficial de la legión de honor.
Dos países europeos, donde precisamente el tema de los derechos humanos en Marruecos es, eternamente de candente actualidad.
A otro nivel, el del ministerio de Justicia y de las Libertades, se ha legislado un paquete de medidas destinadas a combatir la tortura bajo todas sus formas, otorgando incluso el derecho a sus victimas a presentar una denuncia al respecto.
Ejemplos no faltan, pero tampoco los malos usos y las malas tradiciones en este sentido.
Evidentemente el país no ha alcanzado, ni mucho menos la situación en el respeto de los derechos humanos a la que todos anhelamos, pero los progresos y avances son sensibles.
El Marruecos de hoy es mejor que ayer, pero probablemente peor que mañana. Y es que la cuestión de la lucha contra la tortura no es responsabilidad exclusiva del gobierno, sino de la conjugación de los esfuerzos de, además de los poderes legislativo y ejecutivo, de todos los componentes de la sociedad civil, muy especialmente los actores de las asociaciones de defensa de Derechos humanos.
Por ello, la labor nacional en este dominio es infinitamente más importante a la que puede llevar a cabo una asociación, organización u organismo internacional como Amnesty International.

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