Leido en Esglobal: Para combatir a Boko haram: Nigeria contrata a Mercenarios. Haram Iván Giménez Chueca
Nigeria podría haber contratado
mercenarios para luchar contra el grupo terrorista “islamista”.
Leon Lotz, un ciudadano surafricano que trabajaba
como contratista de seguridad de la empresa Pilgrim Africa Ltd., moría el 9 de
marzo cuando su convoy fue atacado por fuego
amigo en el estado nigeriano de Borno, al noreste del país. Pocos
días después, en Twitter se filtraban imágenes de soldados de raza blanca
conduciendo vehículos blindados en la ciudad de Maiduguri en este mismo estado,
y que ha sido blanco de múltiples ataques de Boko Haram.
Estos dos hechos parecían confirmar las
especulaciones que circulaban desde principios de año: el gobierno de Nigeria
habría recurrido a mercenarios (o contratistas privados si se prefiere una
designación más diplomática) para luchar contra Boko Haram. Según diversas
fuentes, serían entre 300 y 400, en su mayoría surafricanos (seguidos de ex
militares de la Europa
del Este).
Con todo, la intervención de estas empresas añade
una serie de factores que complican aún más el conflicto con los terroristas
islamistas. Como por ejemplo, la debilidad de las Fuerzas Armadas nigerianas o
las complicadas relaciones entre este país y Suráfrica, dos actores claves en
África.
Por su parte, el gobierno nigeriano sólo admite
que ha contratado Compañías Militares Privadas (PMCs en sus siglas inglesas)
para entrenar a sus tropas. Pero ha negado que participen en operaciones de
combate. En esta línea se manifestó el presidente saliente, Goodluck Jonathan,
en una entrevista en Voice
of America a mediados de marzo.
Asimismo, la ministra de Defensa surafricana,
Nosiviwe Mapisa-Nqakula, se mostró muy dura con la posible presencia de
conciudadanos actuando como mercenarios. Recordó que podían ser arrestados, de
acuerdo a la ley de Regulación de la Asistencia Militar
Extranjera, aprobada en 1998 para poner coto a las actividades de las PMCs del
país, algunas muy activas como Executive Outcomes.
Pero desde el pasado marzo, medios como Reuters o New York Times han recogido la participación de estos mercenarios
contra Boko Haram. De hecho, su intervención explicaría en buena parte los
éxitos contra los islamistas (unido a la implicación de tropas chadianas y
camerunesas). En el caso del diario neoyorquino, también se ofrecían detalles
sobre su manera de operar: asaltos nocturnos contra posiciones islamistas y por
la mañana el Ejército nigeriano asume el control y reclama el éxito de la
operación.
Pero como también apuntaba este mismo artículo,
Nigeria no quiere reconocer abiertamente el uso de mercenarios en operaciones
de combate porque cuestionaría aún más la eficacia del Ejército de ese país, ya
muy criticado por su poca eficacia y por violar los derechos humanos en la
lucha contra Boko Haram.
El think
tank surafricano Institute for Security Studies (ISS) también ha
analizado ampliamente el rol de estos mercenarios. Ha publicado un documento que cifra en un centenar los asesores en Nigeria. Su rol
más destacado sería el de pilotar helicópteros de ataque de fabricación rusa Mi
24 Hinds.
Por su parte, la revista Foreign Policy citaba a fuentes anónimas de la diplomacia de EE UU que
explicaban por qué el Gobierno nigeriano habría recurrido a estas empresas. Según
la publicación estadounidense, Abuya optó por esta vía después de que
Washington vetará la venta de helicópteros de ataque Cobra desde Israel y de
otro equipamiento militar, ante el temor de que las Fuerzas Armadas del país
africano cometiera abusos de los derechos humanos.
Otros motivos para recurrir a la contratación de
mercenarios los ha apuntado el coronel del Ejército de Tierra español, Mario
Laborie, en un análisis para el Instituto Español de
Estudios Estratégicos. En primer lugar,
también resalta las necesidades de cubrir las carencias del Ejército nigeriano.
En segundo lugar, este militar también subraya la necesidad del Gobierno de
tener éxitos frente a Boko Haram antes de las elecciones que se celebraron el
11 de abril (el documento está fechado el 19 de marzo). De todas formas y como
se vio, Goodluck Jonathan no obtuvo la victoria en estos comicios.
Más allá de las fuentes anónimas que citan muchos
medios, el testimonio que ha hablado directamente del papel de las PMC en
Nigeria es el de Eeben Barlow, fundador de la célebre Executive Outcomes, y
ahora presidente de otra PMC: STTEP. En una
entrevista en SOFREP, un portal especializado en análisis de cuestiones de
seguridad, reconoce que su empresa ha entrenado a una unidad destinada a
rescatar a las más de 200 niñas del internado de Chibok.
Tal y como explica Barlow, STTEP comenzó su
relación con el Gobierno nigeriano a mediados de diciembre de 2014. Ha entrenado a las
tropas en operaciones de alta movilidad con blindados y helicópteros, como las
de los militares surafricanos durante la Guerra de la Frontera entre Namibia y Angola en los 80. Pero
en ningún momento admite que hayan participado directamente en los combates.
Pero para tener un panorama completo de lo que
supone la presencia de estos mercenarios, hay que tener presente las relaciones
entre Suráfrica y Nigeria. Volviendo al documento del ISS, allí se recuerda que
en la cumbre de la
Unión Africana del pasado mes de enero en Addis Abbeba,
Pretoria ofreció la posibilidad de desplegar al contingente de la African Capacity
for Immediate Response to Crises para luchar contra Boko Haram. Se trata de una
fuerza de reacción rápida multinacional constituido a finales de 2013 para dar
respuestas a conflictos como el vivido en Malí.
Pero el gobierno de Abuya rechazó esta opción. Según
ISS, hubo razones de orgullo nacional, al no querer que una fuerza extranjera
asumiera tanto protagonismo en la seguridad del país. El think tank diferencia este ofrecimiento
de la intervención de Chad, Níger o Camerún que luchan contra Boko Haram
en sus propios territorios con algunas incursiones puntuales en suelo nigeriano.
La sombra de Executive Outcomes
El despliegue de estos mercenarios en Nigeria ha
hecho recordar los 90 cuando la empresa Executive Outcomes participó en
conflictos como Angola y Sierra Leona. Esta PMC llegó a emplear a 1.500
mercenarios en su momento álgido. La mayoría eran veteranos de unidades que
habían participado en operaciones contrainsurgencia durante el Apartheid y en
la guerra en la frontera entre Namibia y Angola. El gobierno de Nelson Mandela
ordenó su disolución y estos soldados buscaron una salida en la vida de
mercenario en los conflictos africanos.
Pero en 1998 entró en vigor la ley de Regulación
de la Asistencia
Militar Extranjera que prohibía a los ciudadanos surafricanos
combatir en el extranjero. El gobierno de Pretoria no quería que el país fuera
un exportador de mercenarios. Executive Outcomes tuvo que disolverse. Pero
estos veteranos de esta empresa y de la época del Apartheid estarían actuando
en Nigeria, según explica el diario británico The Guardian.
Tal sería el caso de Cobus Claassens que ahora dirige Pilgrims Africa Limited (filial
nigeriana del británico Pilgrims Group). Esta compañía ofrece una serie de
servicios de seguridad. En un primer momento, algunas fuentes aseguraron que
Leon Lotz trabajaba para esta empresa cuando murió. Pero la propia compañía lo
ha desmentido.
En cualquier caso, el despliegue de mercenarios
en Nigeria ha vuelto a abrir el debate sobre el empleo de las PMCs en los
conflictos actuales. Para unos son actores poco controlados que pueden ser una
amenaza para los derechos humanos, agitando el fantasma de Blackwater en Irak. Pero
para otros tienen un rol clave, y apuntan cómo Boko Haram está retrocediendo,
ya sea por su implicación directa o entrenando al Ejército nigeriano.
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