Las llamas del conflicto en Siria e Irak: Líbano: Frágil equilibrio


El cardinal Bechara Boutros Rai, patriarca maronita ha atraído recientemente la atención de la política del Occidente sobre la situación de los cristianos de Oriente medio. “Los responsables políticos deben comprender que la guerra en Siria –dijo- debe detenerse. La comunidad internacional debe cesar de fomentar la guerra y alimentarla. El trafico de armas debe cesar”. 
 
El cardinal Rai expresaba de esta forma su inquietud ante el equilibrio religioso en el Líbano, puesto en tela de juicio por la masiva llegada de más de un millón y medio de refugiados sirios (sobre un total de 4 millones de habitantes). Refiriéndose a los grupos terroristas “creados por los estados occidentales y árabes y apoyados por el dinero y armas para ser utilizadas en defensa de sus intereses económicos y políticos, el cardinal dijo: “De todos modos no han caído del cielo. Pero ahora represen tan un arma contra todo el mundo”.
Para él,  la gran dificultad actual del Líbano no es la coexistencia entre musulmanes y cristianos deseada por la inmensa mayoría de los libaneses, sino la masiva llegada de refugiados sirios.
“En nombre de la democracia, Occidente o acepta la democracia” dijo.
Es lo que se llama en la terminología bélica “daños colaterales”. No obstante, seria ingenuo pensar que los creadores de Dae’sh, Nosra y otros grupos “moderados” no conocían este convulsionado desenlace en un país como el Líbano donde todo depende de los equilibrios, sobre todo religiosos.
El Líbano, pese a las mil y una lagrima de cocodrilo, forma parte integrante de los países que deben, sino desaparecer, por lo menos desmembrarse o en el mejor de los casos arderse.
El flujo migratorio sirio hacia este país no es un hecho fortuito ni espontáneo, sino minuciosamente organizado: casi la totalidad del millón y medio de los refugiados sirios son sunitas.
El resto lo pueden ustedes mismos adivinar y adivinar también por que muchas fuerzas política libanesas nunca han condenado explícitamente el terrorismo.

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