La verdad es que es, cuando
menos, difícil comprender por qué tanto odio, tanto rencor y tanta difamación y
calumnia contra el Islam y sus valores en Estados Unidos. Evidentemente se puede
responder que Estados Unidos no necesitan argumento ni pretexto para profanar
los valores morales o religiosos de los demás. Esto se llama libertad de
expresión, derechos humanos y vaya a saber qué más. Pero si es lo contrario si
son otros que profanan o se atrever a cuestionar sus valores esto se llama
terrorismo.
Así las cosas, a pesar del
fracaso del concurso de caricaturas de Tejas en abril pasado, la asociación
islamofoba dirigida por Pamela Geller no se desespera: desea, ahora, organizar
una campana con caricaturas del profeta Mohamed (SAS) en los autobuses y en la
estación de Washington.
Según la NBC, la Iniciativa americana de
defensa de la libertad (AFDI) se erige de nuevo contra la comunidad musulmana
de Estados Unidos. La ONG
islamofoba ha presentado a las autoridades americanas de transporte de la
capital federal el expediente de su próxima campana que consiste a colgar
caricaturas del Profeta Mohamed (SAS) en los autobuses y en la estación de la
ciudad.
¿Por qué, con qué objetivo y
contra quién? De hecho ¿Donde está la iniciativa americana de defensa de la
libertad si pide la autorización de las autoridades competentes?
Se trata, pues, de una
auténtica guerra declara por un, eso si, insignificante personaje, pero que
suscita el debate y con él la perplejidad de los más de 1 500 millones de
musulmanes que no comprenden como sus mandatarios se permiten el lujo de
aliarse con los que tratan a nuestro profeta (SAS) de esta forma y por qué no
recurren a sus enormes medios para disuadir a este tipo de paisanaje a profanar
impunemente las convicciones y la fe del prójimo.
No cabe duda de que tal
campana es irrespetuosa para con los propios americanos de confesión musulmana.
“Se que la libertad de expresión es un primera enmienda, pero se también que las
caricaturas del Profeta (SAS) están consideradas como irrespetuosas con los
musulmanes” ha declarado una personalidad musulmana de Washington.
Enmienda o no, mandamiento o
no, todo debe ajustarse a la vida interna de los interesados y no a insultar,
calumniar, profanar y denigrar a tantas almas dentro y fuera de Estados Unidos.
De hecho, Washington ya había
autorizado en mayo del 2014 una campana islamofoba de AFDI en autobuses de la
ciudad parcialmente cubiertos con una publicidad con la inscripción: “ el odio
islámico de los judíos está en el Corán” una campana en muchas ciudades de
estados Unidos.
La inscripción responde al
¿Por qué, con qué objetivo y contra quién?
Por ello se puede sentir una
fuerte tentación de reunir todos sus valores morales, ponerlos en el batel y
tirar la cadena…
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