Como se sabe el propio rey Mohamed VI se había encargado
del expediente, encargando a los ministros de Justicia y Libertades y de
Asuntos islámicos y Habus así como al presidente del CNDH a llevar a cabo
amplias consultas con los religiosos y la sociedad civil sobre la cuestión.
Los tres hombres han entregado sus recomendaciones al
monarca.
Con un retraso de un mes, la comisión encargada de
consultas sobre el aborto entregó su informe al rey Mohamed VI.
De sus conclusiones, según “Yabiladi” se ve que “debido a
la inmensa mayoría que estipula la criminalización del aborto ilegal a
excepción de algunos casos de fuerza mayor, en razón del sufrimiento que
engendra y sus repercusiones sanitarias, psicológicas y sociales negativas
sobre la mujer, la familia y el feto y sobre todo la sociedad”, la
liberalización de la interrupción del embarazo no está contemplada en
Marruecos”, indica un comunicado del gabinete real.
En el conjunto, las conclusiones de más de un mes de consultas
y debates deben enfriar el entusiasmo de los primeros días, expresados por
muchos que se autodefinen como modernistas. La conclusión ha concluido que el
aborto no es debidamente legal más que en tres casos: “Cuando el embarazo
constituye un peligro para la vida y la salud de la madre”, en caso de “graves
malformaciones y enfermedades incurables
que el feto podría contraer” y finalmente “cuando el embarazo resulta de una violación
o incesto”.
Este último punto constituye la única novedad. Una concesión
hecha a las reivindicaciones de las llamadas corrientes modernistas. Se trata
del resultado de anos de presión y de sensibilización a la vez de la opinión publica
como de los decidores sobre los peligros del aborto clandestino.
Por otra parte, el texto del gabinete real subraya que el
rey ha dado sus instrucciones a los ministros de Justicia y de sanidad “para
que coordinen entre ellos y asocien a los médicos especialistas con vistas a traducir
las conclusiones de estas consultas en un proyecto de disposiciones jurídicas,
con el objetivo de incluirlas en el código penal”.
Había una cuestión, vino la solución. Meses de consultas
entre todos y solo falta por desear que estas conclusiones pudieran constituir
el comienzo de un remedio a este problema.
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