En voz alta: El voto de « Le Point » y de Occidente: Le "nation arabe" n’existe plus ! (El “nación arabe” ha dejado de existir)



Le “nation arabe” n’existe plus! (El “nación árabe ha dejado de existir”). La exclamación es del editorialista de Le Point francés, Pierre Beylau  que ilustra cabalmente, por un lado, el deseo de, no solo la publicación gala, sino de Francia y de Occidente y la manera de actuar de este Occidente, a su frente Estados Unidos en el mundo arabe y más concretamente en la tragedia de Irak, Siria y otros países pasto de la lacra terrorist Pierre Beylau

Où va le monde


“Irak y Siria desmembradas, Damasco y Bagdad sitiadas, el gran sueno del nacionalismo arabe no es mas que un recuerdo. Es tiempo del ‘Califato’”, escribe en un alarde de grito de alegría y regocijo la publicación francesa.
Beylau habla en su articulo del comienzo del fin de la nación arabe, del avance de potencias regionales no árabes como Irán y Turquía y elogia indirectamente al régimen egipcio, “que considera como a Goethe, antaño, que es mejor tomarlo todo, una injusticia como un desorden”, en alusión a las recuentes condenas a muerte de la cúpula de los Hermanos musulmanes y entre realidad y realidad, “revela” que “Estados Unidos (y probablemente Occidente en general) no están persuadidos que los intereses vitales de América estuvieran realmente amenazados por Dae’sh”.
Evidentemente…
Las verdades a cuenta gotas. Poco a poco, pero todo saldrá a relucir dentro de poco, si no en las chancillerías, por lo menos en cierta prensa con irresistible deseo de expresar en voz alta su odio y su rencor contra todo lo árabe o musulmán.
No cabe duda de que los esfuerzos americanos de encontrar un compromiso con Irán (un acuerdo sobre su expediente nuclear) se enmarca justamente en esta estrategia global de dar la estocada a la nación arabe y al nacionalismo arabe auténtico “obstáculo” ante los intereses vitales de Estados Unidos y de los neo-colonialistas en general.
Tan es así, que junto a la creación de este casi invencible fenómeno terrorista, debido a sus ingresos, la envergadura de sus apoyos, el volumen de sus ayudas etc, y a la invención de guerras y conflictos intestinales que no parecen que vayan a cesar, la acción extranjera en Oriente Medio parece estar ganando o ya ha ganado la primera batalla. No obstante, de allí a afirmar que el “nación arabe deja de existir” creo, real y honestamente que es una grosera exageración.
Y es que, cuando hablan del mundo arabe (o de la nación  arabe) tanto los políticos como los cronistas occidentales (que en el fondo son también políticos y partidistas) se niegan rotundamente a converger sus miradas hacia la historia de este mundo y de esta nació ni siquiera la reciente.
Recién apagada su llamada “primavera arabe”, han ensayado el terrorismo y ahora guerras inter-árabes. Pero se olvidan de que, tanto en oriente Medio, como en el resto del mundo por más que dure la noche siempre amanece… y en el mundo arabe, amanecerá…

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