España ha acordado
ayer (jueves) el permiso de estancia al niño costa marfileño detenido en la
frontera de Sebta con una hispano-marroquí que lo transportaba en una maleta
como ya damos cuenta en el momento del suceso.
Abou Ouattara de 9 años
podrá desde ahora en adelante, según “Yabiladi”, reunirse con su familia que
vive legalmente en España.
Su padre, arrestado
tras los hechos, ha sido acusado de crimen contra los derechos de ciudadanos
extranjeros, pero su caso ha sido resuelto, según fuentes españolas. Los padres
del pequeño querían traer a su hijo después de haber podido hacer lo mismo con
su hermano mayor de 11 años en el marco de la reunificación familiar.
Según el abogado del
padre, éste ha pagado 5 000 euros para que su hijo pudiera obtener un visado
y poder así reunirse con su familia en España, siendo detenido cuando intentaba
pasar de manera ilegal por una joven hispano marroquí de 19 años.
Es el gusto a la
facilidad cuando no de la ilegalidad. El pequeño Abou Oattara hubiera podido
conseguir legalmente su visado. No obstante, no todo lo que brilla es oro. Las
dificultades y las “pegas” en la obtención de los visados para países europeos,
conducen, muy a menudo, a situaciones tan extrañas como la del pequeño costa marfileño…
luego será fácil esgrimir razones legales y jurídicas.
El caso de Abou
Oattara debe incitar a las autoridades consulares, no solo aquí en Rabat, sino
y sobre todo en Madrid a buscar otro marco, otra manera y otra concepción de la
concesión de visados a ciertas categorías de los solicitantes… porque tener que
viajar, pagando 5 000 euros, en una maleta con todos los riesgos que ellos
puede acarrear incluido el de la asfixia y la muerte en vez de pasar por la
oficina de concesión de visados en Rabat debe significar algo…
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