Al frente de de la quinta potencia económica
del continente africano que ha realizado un crecimiento de 4% en el 2014, el
rey Mohamed VI prosigue con su actual gira africana ( Senegal, Costa de Marfil,
Guinea Bissau y Gabón) la estrategia que ha definido desdés hace 15 años y que ha
conocido una impresionante aceleración, desde hace 3 años.
En Dakar, los gobiernos senegalés y marroquí
firmaron el jueves 13 acuerdos en los diversos dominios como la aduana, la
industria, el turismo e incluso medio ambiente. Los dos estadistas han asistido
a la firma de estos acuerdos, 6 de los cuales tienden a promover programas de
desarrollo humano habida cuenta del impacto directo sobre la población y a
imprimir una fuerte dinámica a los diferentes lados de la cooperación bilateral.
Los acuerdos cuyo importe no ha sido precisado
porque, como dijo el ministro senegalés de la economía y finanzas, Amadou Ba “porque
se trata de convenciones-marco”, abarcan, entre otros sectores como la cooperación
económica y aduanera, la construcción de un muelle de pesca en Dakar, la artesanía,
industria, las filiales leche y equino, salud animal etc.
Además, se ha puesto en pie un grupo de impulso y
promoción de partenariados publico-privado (PPP) para institucionalizar la cooperación
institucional entre los dos países y reforzar el marco de pilotaje económico
bilateral.
El viernes el rey y el presidente anfitrión
visitaron el CHU de la capital senegalesa que ha recibido una donación de
Marruecos consistente en 10 toneladas de equipamientos y medicamentos como antibióticos
para el tratamiento de enfermedades infecciosas, tratamientos de enfermedades
gastro-intestinales, respiratorias y neurológicas así como medicamentos para la
oftalmología y otorrinolaringología y otros medicamentos utilizados en los
casos de urgencia: anestesia reanimación y nefrología-diálisis.
El lado religioso ha estado muy presente en esta
primera etapa del periplo real por algunos países africanos, con una cena
ofrecida por el monarca a las cofradías sufies, que representan diferentes
familias religiosas de Senegal, además de la oferta de 10 000 ejemplares
del Santo Corán a las partes encargadas de la gestión de asuntos religiosos en
Senegal.
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