Como
decíamos anoche, el Consejo de seguridad de Naciones Unidas voto por unanimidad
ayer (martes) una nueva resolución que, a todas luces, subraya los esfuerzos de
Marruecos para la promoción y la protección de los Derechos Humanos y exige el
censo de la población en los campamentos de Tinduf, a lo que Argelia y su
Polisario se opone a capa y espada, prefiriendo la actual confusión en los
campamentos que dirige de facto; lo que le permite malversar como quiere la
ayuda internacional.
El
Consejo ha saludado los esfuerzos de Marruecos en el expediente de los derechos
Humanos en el Sahara y ha exigido (es el termino que usa la resolución 2218) el
censo de la población en los campamentos de Tinduf, respondiendo de esta forma
a un llamamiento de la Oficina
europea de lucha contra el fraude (OLF) que había acusado cabalmente a Argelia
y su Polisario de malversación y robo de la ayuda humanitaria internacional
destinada a la población de los campamentos que en vez de 90 000 almas se
han multiplicado y un poco más. Para permitir un mayor volumen de la ayuda
internacional y para permitir a las cúpulas en Argelia y en la milicia
polisarista a apropiarse de gran parte de esta ayuda humanitaria.
De
esta forma, un año más el Consejo de seguridad vuelve a poner el prefabricado
problema en la verdadera trayectoria, reiterando su llamamiento a la
negociación de un desenlace “político mutuamente aceptable” e insistiendo en
que esta negociación tomarse en cuenta “los esfuerzos desplegados desde el 3006” en alusión a la oferta
marroquí de autonomía base del lanzamiento en el 2007 del proceso de Manaste,
en Nueva York.
Como
hemos dicho siempre es mejor que el año pasado y peor que el próximo. ¿Qué
diría Argelia y el Polisario ahora a las poblaciones de los campamentos? Los
slogans ya no encajan. El Consejo de seguridad dijo lo que se tenía que decir.
Argelia va dejando de ser problema. De derrota en derrota, sobre este o aquél
plano, los responsables argelinos acabarán por darse cuenta y optar por el
sentido común… pero, esperemos que cuando esto se produzca no sea demasiado
tarde, porque se está haciendo tarde: en los campamentos quedan poco los que
“tragan aun las culebras”. Se puede cambiar muchas cosas… muchas, a excepción
de la historia, el derecho internacional y la geografía. Todo el mundo va
dándose cuenta de que la solución, no es como la describen los argelinos y sus
domésticos polisaristas, difícil, que la patria está allí; a la vuelta
No
se trata de quién está contigo y quien está en contra, o qué riquezas naturales
tienes, sino que derecho tienes.
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