Desde hace días (casi semanas) en Marruecos se baraja la posibilidad de una enmienda ministerial. La prensa nacional ha planteado todas o casi todas las eventualidades. Desde la oficina del jefe del Gobierno o del ministro portavoz del gobierno nadie ha dicho esta boca es mía, lo que lógicamente ha intensificado la psicología del rumor al respecto.
En todo caso, Abdelilah
Benkiran lo ha dicho y lo ha repetido cada vez que se lo han preguntado: “Será
muy limitado”. No obstante, según
“Yabiladi” el entorno real no comparte esta opinión, deseando, según este
sitio, la ida de 5 a
7 ministros, de ellos 3 del partido de Benkiran que dirige la actual coalición
gubernamental.
La Constitución del país es explicita al respecto y sus instituciones no
lo son menos. Sin embargo, el 7 de enero pasado, el rey Mohamed VI ponía fin a
las funciones de Mohamed Ouzzine al frente de la cartera de Juventud y
deportes. Desde entonces (3 meses después) este ministerio funciona sin
titular. Sin embargo se ha dicho todo, por lo menos lo suficiente sobre el
curso de negociación entre Benkiran y la cúpula del Movimiento Popular. Tampoco
ha habido desenlace alguno. Un retraso que alimenta lógicamente las versiones
de algunos observadores, cuando no de periodistas e incluso de políticos,
hablando algunos de ellos de divergencias de puntos de vista entre Benkiran y
el entorno real sobre la naturaleza de la enmienda ministerial. El primero lo
contempla limitado y el segundo amplio.
Entre 5 y 7 miembros del
gabinete Benkiran: habib Chubani, ministro de relaciones con el Parlamento,
Soumia Benkhaldoun, ministra delegada para la Investigación
científica y Mohamed Nijb Boulif, ministro delegado encargado de la Logística, podrían
abandonar el actual equipo gubernamental junto a sus compañeros populares:
Mohamed Moubdih y Abdeladim El Guerrouj, ministro de Función Pública y ministro
delegado encargado de la
Formación profesional, respectivamente.
Por su parte la Reagrupación
Nacional de Independientes (RNI) podría perder al ben jamón
del ejecutivo. Durante un ano y medio, Mamoun Bouhadouh ministro encargado de
las Pequeñas empresas y de la
Integración del sector informal ha sabido como mantener
distancia entre él y las polémicas y controversias, hasta el 25 de marzo, el
día en que estallo la cólera real contra su proyecto sobre los vendedores
ambulantes de Rabat.
Todos estos nombres podrían
abandonar el navío gubernamental por “desaciertos” unos, malos resultados,
otros y “adecuación gubernamental” los terceros.
Todo, hasta ahora no es más
que puras previsiones y rumores que circulan y trascienden en/desde los
cuarteles generales de los diferentes partidos políticos en torno a los cuales
ni gobierno y su jefe ni nadie en el entorno real ha afirmado o confirmado.
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