Habían transcurrido 6 años.
Marta no ha dado señal de vida. Ninguna información ni el menor indicio sobre
su paradero y el modo de su nueva vida.
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Dios mío ¿Dónde
estará? ¿Está aun viva? ¿Le habrá sucedido algo?...
Sin quererlo, incluso a pesar
de su resistencia, una serie de preguntas sin respuesta se cedían en la
perturbada mente de Hach Ahmed ben Ali, cuya herida, en el curso de estos, para él largos…casi
interminables 6 años, no ha cicatrizado. Vivió y sufrió en silencio.
-
Dios mío ¡Cuánto la
quiero! Pensaba y volvía a pensar.
No lograba pensar en otra
cosa. Pasaba gran parte del día, pensando en el pasad reciente, pero también y
sobre todo en el presente y hasta en el futuro: ¿Estará encinta?
No quería ni pensarlo, pero
las preguntas se formulaban solas en su mente: ¿Habrá dado a luz en silencio,
como a ella le gustaba sufrir y asumir graves circunstancias?
El resto de su vida lo paso
atormentado y con incesantes preguntas sin respuestas. Un día alguien se
presentará en su casa para decirle que soy tu hijo. ¿De producirse esto como me
comportaría?
Hach Ahmed ben Ali abrió el
libro que un día le regalo Marta, poco antes de abandonar Marruecos y que
entonces no le parecía urgente leer o no se atrevía a leer. Era la pagina 436.
Capitulo XII, titulado “García Oliver, Largo caballero y el problema de
Marruecos”, comenzando a devorar las líneas no sin antes volverse a preguntar
¿Por qué me regalo este libro?: “El 15 de septiembre de 1936 visito España, por
primera vez el Secretario general de la
AIT de la que formaba parte la CNT”
Pero ¿Qué quiere decir todo
esto? ¿En qué me puede interesar? Preguntas…preguntas y más preguntas.
-
Siendo de marta algún
mensaje contiene todo esto, pensó, siguiendo la lectura:
“Muchos socialistas franceses,
en desacuerdo con la intervención de León Blum, autorizaron a Pierre Besnard a
hablar en su nombre (entre ellos leo Jouhaux) a fin de convencer a Largo
Caballero para que hiciera una declaración publica por la cual el gobierno
republicano español acordara la independencia al Rif y a todo el protectorado
español”.
-
Lo sabia, lo sabía. No
podía fallar. Marta nunca perdía su tiempo en iniciativas gratuitas. Sabía que
había algo. ¡Santo Dios! Esto significa que el norte de Marruecos hubiera
podido obtener su independencia de España en 1936.
Coloco el libro a un lado y se
puso a barajar en su imaginación el curso de los acontecimientos si el norte de
Marruecos hubiese sido independiente desde entonces.
-
¿Qué hubiera sucedido?
¿Cómo y con quién entarimas ahora?
Busco el libro y se fue a la
página 440. Acercó un poco más la vela, cerró bien la puerta del cuarto y se
sumergió en la lectura: “Recuerdo que uno de los delegados marroquíes que
simpatizó mucho conmigo, hasta el extremo de que antes recibía de él la
felicitación de fin de año se llamaba Torres, creo que es hijo de uno de los
grandes jefes marroquíes”.
Quien contaba esto era García
Oliver, ministro de Justicia de la ultima Republica española y conocido por sus
relaciones intimas con el legendario Durruti y con Ascaso, símbolos del anarquismo catalán y
europeo. “pero… ¿Por qué se interesaba Marta por todo esto?” se preguntó Hach
Ahmed ben Ali antes de precisar “por algo será”.
Buscaba por qué “no nos
interesamos por lo que nos concierne directamente, dejando a otros que lo
hicieran”.
Acababa de leer una pequen
parte de lo que hubiera podido ser y no fue. “Es la eterna dinámica de la
historia”, dijo añadiendo “el bien está en lo que Dios Elige”.
Sintió una irresistible atracción
por lo que leia y sobre todo por lo que tenia intuición de Descubrir si sigue
leyendo.
Mañana
capitulo V: Ni una sola arruga (primera parte)
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