Con la revelación de un presunto
« proyecto » de atentado contra dos iglesias de los arrabales de
Paris, la capital francesa y con ella, prácticamente toda Francia, su cúpula política,
su sociedad civil y hasta su lobby, no parece tener otra preocupación ni
ninguna otra inquietud que esta “amenaza islamista”.
Portadas de los periódicos, análisis en las
revistas y aperturas en los diarios y telediarios de todo el país. En Francia
pocas veces ha habido tanta movilización contra el “agresor” ni siquiera
durante la primera guerra mundial.
“Todos son
iglesias”… igual que “Charlie” o màs…
La comunidad cristiana se inquieta y teme
convertirse en blancos de los “islamistas”. Las declaraciones de las
autoridades oficiales, más claras y más explicitas unas que otras señalan que
Francia acaba de descubrir la principal amenaza contra ella: El Islam y los
islamistas.
Desde el agente de policía simple y ordinario
hasta el presidente de la republica, pasando por el inevitable primer ministro,
su ministro del interior, todos los jefes de la seguridad nacional y de la
gendarmería etc.… todo este buen mundo no habla, desde hace dos días más que de
“la amenaza islamista” y de una presunta relación del presunto terrorista en
ciernes con alguien en Siria. No importa si el “de Siria” y muchos otros en
Siria están allí por obra y gracia de Francia y sus autoridades para
desestabilizar este país en nombre de abstractos principios morales de libertad
y de democracia.
Hasta el arzobispo Monseñor Ribadeau Dumas afirma
que « no se debe ceder ante el miedo ».
Peor que todas las armas de destrucción masiva y peor que todos los terrorismos que se
sospeche que un musulmán tiene intención de atacar una iglesia o dos es un
crimen contra la seguridad del Estado. Y es que en Francia, como en muchos
países occidentales, por obvias razones mientras que los ciudadanos no
musulmanes son inocentes hasta probar su culpabilidad, los musulmanes son
culpables hasta que se demuestre su inocencia.
¡Qué desfachatez! Cuotas de popularidad ¡Cuantos
crímenes se cometen en tu nombre!
Sin embargo, todo lo que se sabe al respecto es
que un fantasmagorico estudiante argelino en informática, Sidi Ahmed Ghlam de 24 años “preparaba” un ataque
contra dos iglesias en Villejuif (el nombre es más que significativo en esta
campana de islamofobia. En Villejuif y no en otra parte de Paris). Esto es
todo, sino que también esta implicado en la muerte de Aurélie Chatelain y bla…bla…bla.
¡Alucinante! Todo el país patas arriba porque se
sospecha que alguien, no importa si no se encuentre el arma del crimen ni
serios indicios de que iba a ser perpetrado ni ninguna conformidad con el
Código penal francés, lo importante es que es un argelino, musulmán y que iba a
“atentar” contra símbolos religiosos cristianos.
Todo un strip tease político y moral…
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